Netflix ha estrenado este miércoles 4 de octubre 'Beckham', la docuserie en la que el futbolista británico repasa las luces y las sombras de su carrera profesional y personal. A lo largo de los cuatro episodios que la componen, el exmadridista se rompe en algunos momentos y está al borde del llanto, sobre todo cuando le toca hablar de situaciones que todavía no ha superado. Depresión, acoso, amenazas de muerte, infidelidad, discusiones con un entrenador (Alex Ferguson) que acaban con David Beckham lesionado, obsesión con la limpieza y el orden... Estas son cinco de las revelaciones de la serie documental sobre el niño que se pasaba horas perfeccionando su técnica con el balón y que llegó a ser más famoso que una estrella del rock.

1. Obsesión por el orden

"Cuando todos en casa están acostados, voy por ahí limpiando velas, configurando las luces y ordenando todo. A las velas les recorto la mecha y les limpio el cristal, porque lo que más odio en el mundo es el humo del interior de una vela. No me gusta bajar por la mañana y que haya tazas, platos y cuencos". Esta es una de las confesiones que hace Beckham en la docuserie, donde también enseña a cámara sus armarios, con la ropa perfectamente ordenada y por colores. De hecho, muestra cómo tiene preparado todo lo que se pondrá diariamente durante una semana, ya que la prepara con antelación. Y al abrir el armario donde guarda los pantalones, no tarda ni un segundo en darse cuenta que alguien ha tocado una percha. Porque él no la había dejado así

2. Un padre exigente

Hijo de una peluquera que trabajaba en casa (a la que él ayudaba llevando a sus clientas té y tostadas) y de un ingeniero del gas obsesionado con el Manchester United, Beckham recuerda lo exigente que era su padre cuando lo entrenaba de pequeño. Por eso se ponía nervioso cuando iba a sus partidos. "Tenía miedo cuando estaba él, porque sabía que si me equivocaba me lo diría. Y siempre me lo decía", afirma. Aunque la relación entre padre e hijo siempre ha sido buena, como se ve en el documental, el futbolista no duda cuando el periodista le pregunta si alguna vez pensó en pegar a su progenitor cuando se mostraba tan estricto con él: "Nunca, porque sabía que si le pegaba me la devolvería", responde.

3. Depresión y amenazas

El Mundial de fútbol de Francia de 1998 no le trae demasiados buenos recuerdos a Beckham. En el partido contra Argentina, fue expulsado por golpear a Diego Simeone. Su equipo acabó siendo eliminado en la tanda de penaltis y el seleccionador inglés, Glenn Hoddle, fue tajante: "Su expulsión nos ha costado la eliminación". La prensa y los aficionados se le echaron encima. "Me odiaba todo el país", rememora el futbolista, que recibió hasta amenazas de muerte, a través de cartas con balas. "Estaba deprimido a nivel clínico", corrobora su mujer, Victoria. "Por la calle la gente le escupía, le insultaba. Nos turnábamos para acompañarlo al baño en los restaurantes", relata un amigo. "La parte más dura de lo que pasó fue que también lo vivieron mis padres. Eso no me lo perdono", confiesa el protagonista del documental.

4. Citas a escondidas en el parking

Una imagen del documental de David Beckham. NETFLIX

Beckham explica que cuando vio el primer videoclip de las Spice Girls le dijo a su compañero del Manchester United Gary Neville, señalando a la 'spice pija': "Me casaré con ella". A las pocas semanas, ya salían juntos. Y, durante tres meses, quedaban a escondidas en párkings, para que los papparazzi no les pillaran. "Conducía cuatro horas para estar 20 minutos con ella. Era un adicto a Victoria", sentencia Neville sobre el romance de su amigo y la cantante.

5. Infidelidad y acoso

En abril de 2004, cuando Beckham jugaba en el Real Madrid, saltaron los rumores de una supuesta infidelidad a su esposa, que durante los primeros meses del fichaje de su marido por los 'galácticos' vivía con sus hijos en Londres y solo se veían los fines de semana. "Hubo varias historias horribles que eran difíciles de aguantar. Era la primera vez que Victoria y yo sentíamos esa presión en nuestro matrimonio", comenta el futbolista. "Fue la época más difícil. Parecía que todos iban contra nosotros. Estábamos enfrentados. Antes de Madrid, éramos nosotros contra todos, estábamos unidos. Pero en España no nos teníamos el uno al otro", explica su mujer, que insiste que la famosa frase de que odiaba España porque olía a ajo es absolutamente falsa. Aunque confiesa que su etapa en Madrid fue "la más infeliz" de su vida por el acoso de la prensa.