La muerte de María Teresa Campos el pasado martes 5 de septiembre a los 82 años, supone un inevitable punto de inflexión en la vida de sus dos hijas. Tras el multitudinario funeral celebrado en Málaga, Carmen Borrego y Terelu Campos se han tomado unos días para desconectar antes de volver poco a poco a su vida cotidiana y retomar de nuevo su actividad profesional. Además, hace poco han tomado una decisión definitvia sobre qué hacer con las cenizas de su madre: una joya.

Torrencial, trabajólica, controvertida, magnética. María Teresa Campos (Tetuán, 1941-Madrid, 2023) ha sido, quizás, la personalidad más adictiva y fascinante que ha dado la historia de la televisión de nuestro país. Una comunicadora brutal que supo combinar registros vitales y profesionales para llegar a lo más alto en su profesión y sentirse satisfecha como mujer a la que le habían estado vedadas muchas cosas. 

Homenaje

Como ya se confirmó en 'Lazos de sangre', ambas han comenzado a trabajar en el desarrollo del programa especial que producirá Cuarzo (Banijay Iberia) para TVE como gran homenaje a su madre, tras ser rechazado por Telecinco antes del fallecimiento de la comunicadora. 

Pero además, Terelu Campos última un segundo acuerdo con la dirección de la corporación para fichar por 'La plaza de La 1' y convertirse en una de las colaboradoras estrella de Jordi González, según ha conocido en exclusiva YOTELE. La puesta en marcha de este formato de producción propia, una tertulia de mujeres que resucitará el espíritu de 'Amigas y conocidas', también fue adelantada por este portal.

Desvelan su adicción: "miles de euros"

Los allegados a María Teresa Campos siempre fueron unánimes: la auténtica adicción de la comunicadora eran los zapatos. Tenía una colección de zapatos de lujo de aúpa, con marcas de precios prohibitivos como Prada, Lacroix y, sus favoritos, los Manolo Blahnik. En una ocasión, inmortalizada por el reality Las Campos, se gastó más de 3.000 euros en zapatos en una tienda en Nueva York, para ella y para sus hijas. Y llegó a lanzar una línea diseñada por ella misma, que no tuvo continuidad.

Mujer pionera, mujer feminista  

María Teresa Campos siempre destacó en un mundo, el del periodismo, entonces exclusivamente masculino. «Yo entré en la radio con 15 años y me parecería una falsedad decir que yo he sido discriminada en la radio. Pero seguramente fue porque tenía un director que siempre fue un hombre muy progresista y que me reconocía muchas cosas. Mis compañeros también me tenían gran reconocimiento, seguramente porque también es muy importante en la vida dedicarte a algo que es para lo que sirves y no a otra cosa. Yo fui afortunada. He hecho para lo que he servido, otra cosa no», comentó hace unos años a la revista 'Look'. Eso sí, sufrió, como tantas, menosprecios («He trabajado con mucha gente que me ha ninguneado») y comportamientos deleznables («Había un compañero que se bajaba la cremallera cuando te quedabas a solas con él en el locutorio»).

Se consideraba feminista, detestaba que muchas dejaran de serlo cuando habíán llegado a lo más alto en sus profesiones y también que se cuestionara la violencia de género (confesó que su propia madre la había sufrido). Nunca pudo, como decía, tirarse a las calles para participar en manifestaciones feministas («Tengo claustrofobia y ni puedo ver las masas»), pero pudo haber sido diputada. Hace no demasiados años se descubrió una lista electoral del partido Reforma Social Española, año 1977, en la que aparece una entonces desconocidísima María Teresa Campos y a la que un texto presenta así: «Su preocupación por los problemas femeninos se ha puesto de relieve en numerosas ocasiones, especialmente en el programa 'Mujer 77', en el que se han expuesto todos los temas y situaciones que nos muestran la discriminación y opresión de que la mujer es objeto en la sociedad actual». Años después, la comunicadora zanjó la historia: «En realidad, nunca me han gustado esos cargos, porque hay que tener reuniones con los hombres, y no se callan nunca».

La aportación de la Campos a la lucha de la mujer fue otra: «La televisión que he hecho. Cuando me pusieron por la mañana, en una franja horaria que veían más mujeres que hombres porque entonces había más mujeres amas de casa, siempre traté de procurar hacer cosas diferentes y hacer concursos de los que se aprendiera algo, que aportaran, no de puro azar».