Si te encanta la repostería, pero te falta tiempo para poner las manos en la masa y seguir esas recetas infinitas, existe una solución para satisfacer tu paladar y luchar contra el reloj: el microondas.

Muchas personas creen que el microondas no pasa de ser una mera herramienta para calentar comida ya cocinada, pero nada más lejos de la realidad. Bien utilizado, un microondas puede realizar multitud de recetas en un tiempo muy breve, lo que lo convierte en una ayuda muy cómoda a la hora de cocinar. Aquí os dejamos cuatro recetas para preparar bizcochos y tartas escandalosamente buenas.

Ingredientes para el 'cheesecake' al microondas:

70 g de mantequilla

Un paquete de galletas tipo María

4 paquetes de queso de untar

Ingredientes para el 'cheesecake' al microondas:

70 g de mantequilla

Un paquete de galletas tipo María

4 paquetes de queso de untar

Media taza de azúcar

2 huevos

Cómo hacer la tarta de queso al microondas paso a paso

Primero, pasamos un rodillo por las galletas, hasta convertirlas en migas. Calentamos la mantequilla en el microondas 30 segundos, y cuando esté líquida, vertimos las migas de las galletas y mezclamos.

Ahora, untamos el molde apto para el microondas con un poco de mantequilla y cubrimos el fondo con la pasta de las galletas, presionando hasta conseguir una base.

En otro bol, batimos el queso y el azúcar; añadimos los huevos uno por uno y mezclamos bien. Después, lo vertimos en el molde.

A continuación, lo metemos en el microondas durante 3 minutos a máxima potencia hasta que el pastel quede bien cocido. Finalmente, sacamos, desmoldeamos y decoramos a nuestro gusto con mermelada de fresas, por ejemplo, caramelo, unas rodajas de limón o unos frutos rojos.

La receta de tarta de limón para principiantes que triunfa en redes

Para la base se necesitan 150 gramos de galletas tostadas, 75 de mantequilla y media cucharada de canela. Para la tarta necesitamos un bote de leche condensada grande (unos 740 mililitros, seis yemas de huevo, el zumo de dos limones (medianos más o menos), y una ralladura de limón.

Comenzamos haciendo la base y para ello molemos las galletas, las mezclamos con la mantequilla derretida y la canela. Extendemos esta pasta sobre el fondo de un molde desmontable que habremos forrado con papel vegetal y lo introducimos en el frigorífico para que endurezca, durante una hora aproximadamente. En un bol ponemos la leche condensada, las yemas de huevo, el zumo de limón y la ralladura de uno de ellos. Batimos con la batidora, vertemos en el molde y lo introducimos al horno, previamente calentado a 180º durante 10-12 minutos. Debemos estar atentos, ya que cuaja muy rápido. Dejamos enfriar, desmoldamos, decoramos a nuestro gusto.