Pasaban las 22.30 horas de la noche cuando ya se sabía que Vox había perdido su diputado por Zamora —Pedro Requejo Novoa— y la sede del partido, en la calle del Riego, mantenía la luz encendida, pero sin nadie en su interior y con la puerta cerrada.
La procuradora por Zamora en las Cortes, María Luisa Calvo, había echado la llave, esperando a que los compañeros, entre ellos el propio Requejo Novoa, acudieran a la oficina.
Una vez allí, pasada la media noche, anunciaron que no harían declaraciones a los medios.