La Junta Electoral de Sanabria resolvía este jueves cerca de una treintena de alegaciones a la designación de miembros a las mesas electorales, “más que nunca”, reconocían en el seno del máximo órgano electoral local. Para los Ayuntamientos elegir presidente y vocales ha sido, en ocasiones, más que un problema por “falta” de candidatos con titulación para presidir la mesa electoral y para que no repitan los últimos que presidieron las mesas en las últimas elecciones.

De la baraja y la urna con los números en el salón de plenos, la elección se ha trasladado a la aplicación informática en el despacho del funcionariado. “Es muy difícil completar la mesa” reconocía el alcalde de Porto, Francisco Blanco. En la primera designación hubo que repetir el sorteo “logarítmico”. Para presidir la mesa salió una persona con titulación superior residente temporalmente en Suiza “y no va venir hasta aquí”.

En el municipio de Galende se efectuaba un nuevo sorteo, una vez admitidas las alegaciones de uno de los suplentes segundos. La máquina señala al hijo de un concejal de suplente. Quedaba descartado por convencimiento de todos los concejales por residir temporalmente en Valencia “y no lo vas a hacer venir hasta aquí”. En la primera designación se descartaron a una persona con problemas de salud, a una residente que es secretaria municipal –a la que la Junta Electoral admitió sus alegaciones- y a otra persona que tenía que cuidar a un familiar.

La ventaja es que “todos” o casi todos se conocen. Los concejales de Villardeciervos asistían al “sorteo” en el despacho anexo a Secretaría. Comentan que “¡menuda faena!” que le toque a una persona que está trabajando o estudiando fuera.

Quien reconoce no tener problemas es el alcalde de Lubián, Felipe Lubián, “ni cuando sorteábamos con baraja”.

En Galende es la concejala María del Carmen Velasco Velasco quien recomienda que “nos pongan a los jubilados que no tenemos nada que hacer”. Y problema resuelto.