Elecciones 23J

Ayuso y Almeida alertan de una etapa de mayor "hostilidad" hacia Madrid si Sánchez sigue en Moncloa con los independentistas

Los dirigentes del PP de Madrid mantienen que los socios del PSOE forzarán "que se hable mal de Madrid"

Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez en la inauguración del hangar de Swiftair en Madrid.

Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez en la inauguración del hangar de Swiftair en Madrid. / EFE / Chema Moya

Elena Marín

El PP sigue su ruta y Alberto Núñez Feijóo busca la manera de que el Rey Felipe VI no tenga dudas de que le proponga para someterse a la investidura. Pero el resultado de la misma es aún incierto y en el PP de Madrid alertan ya de lo que consideran que puede ocurrir con un hipotético gobierno de Pedro Sánchez condicionado por los independentistas, con un mensaje que sirve para mantener en tensión a sus bases mientras el desenlace no esté claro y la posibilidad de nuevas elecciones sobrevuele el ambiente.

La idea que se traslada desde el PP de Madrid no es solo la denuncia de las políticas sanchistas que se han puesto en marcha desde Moncloa en esta última legislatura, sino que cómo estas perjudican a la región irá a más. "Tengo muy pocas dudas de que Pedro Sánchez cambie su política de acoso, señalamiento y hostigamiento que ha mantenido como presidente del Gobierno y que se va a ver incrementado", ha señalado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, este jueves. Esta denuncia de "hostigamiento" que le espera a Madrid y que augura el dirigente popular se une a las pronunciadas por Isabel Díaz Ayuso en esa misma línea tras la Junta Directiva de la formación esta semana.

Vaticinio de nuevas batallas

Tras reivindicar que lleva dos años advirtiendo sobre el "proyecto de ruptura de Sánchez y los pactos ocultos", la presidenta de la Comunidad de Madrid vaticinó tras reunirse con los suyos lo que en su opinión está por venir, y prometió "no mirar para otro lado": "Seguiremos dando la batalla (...) si pretenden alimentar un falso odio a madrid para justificar sus pactos con los nacionalistas, que es la siguiente batalla que estoy viendo, que en el resto de España se hable mal de Madrid o que haya una supuesta tensión con Madrid cuando no la hay".

Según fuentes populares, el mensaje que Ayuso trasladó a los miembros de la junta directiva del PP de Madrid en el que se analizaron los resultados del 23J en la región fue muy similar al que reprodujo ante los medios de comunicación. Reiteró las advertencias sobre los efectos negativos de la suma del sanchismo y los nacionalistas y un miembro del partido explica que la percepción de la presidenta no es solo que Sánchez "ya tiene un pacto con Puigdemont", como dijo ella misma el miércoles, sino que la izquierda "ya estaba negociando" con los independentistas "durante la campaña" mientras en el PP no se daban cuentan porque daban por buenas las encuestas que les posicionaban en Moncloa.

"Acoso y señalamiento"

Un día después de sus declaraciones desde la sede de Génova, el mensaje se repite en Cibeles. El alcalde insiste en que "es reiterativo el comportamiento de deslealtad institucional del presidente y del Gobierno hacia Madrid", algo que ya han repetido durante toda la campaña, pero ante la posibilidad de que el partido de Carles Puigdemont termine condicionando la política nacional junto a otros grupos nacionalistas, Almeida apunta que en su partido están "convencidos de que sus socios de gobierno (los de Pedro Sánchez) le van a decir que tiene que incrementar ese acoso y señalamiento a ciudad y la Comunidad de Madrid".

“Que el gobierno de Sánchez va a tratar de perjudicar a Madrid, no cabe ninguna duda. Que el gobierno de Sánchez no va a ejecutar inversiones significativas en la ciudad de Madrid, no hay duda. De que va a primar al País Vasco y a Cataluña frente a Madrid, no me cabe ninguna duda. Yo le pediría a Sánchez que si no quiere ayudar, al menos no moleste, que no estorbe. Que no señale, no hostigue, no azuce el odio y la crispación hacia Madrid", ha advertido Almeida, convencido de que la capital debe servir como muro de contención de las políticas que puedan estar influenciadas por la formación de Puigdemont.