La bolsa española perdió el 2,98 por ciento en agosto, afectada por el temor de los inversores a la desaceleración de la economía mundial.

En cuanto a las principales bolsas europeas, Milán perdió el 6,12 por ciento este mes, seguida de París, con un retroceso del 4,18 por ciento, en tanto que Fráncfort cayó el 3,62 por ciento. De otras bolsas internacionales relevantes, destacó la caída de Tokio, el 7,48 por ciento, mientras que el Dow Jones de Industriales cedía alrededor del 4 por ciento; el SP 500 cerca del 4,5 por ciento y el tecnológico Nasdaq un poco menos del 6 por ciento.

Al comienzo del mes el mercado aprovechaba la inercia otorgada por los resultados de las pruebas de solvencia de los bancos conocidos días atrás. Además, subía por la mejora de la actividad económica en los Estados Unidos el mes anterior, así como por el repunte del precio de las materias primas y por algunos resultados empresariales.

El mercado nacional intentaba alcanzar el nivel de 11.000 puntos pero el aumento del paro estadounidense en julio en 131.000 trabajadores cambió rápidamente el rumbo de la bolsa, pues mostraba el empeoramiento de la mayor economía del mundo.

Después de este inicio fulgurante vino la travesía del desierto: el Banco Central Europeo esperaba una moderación del crecimiento para el resto del año, y el Banco de Inglaterra revisaba a la baja las previsiones de actividad, que menguaba en China.

A medida que avanzaba el mes se conocían nuevos datos sobre el deterioro de la economía estadounidense, como la caída de la actividad industrial -Fed de Filadelfia-, el aumento de las peticiones semanales de subsidios de desempleo hasta 500.000 -nivel más elevado en nueve meses- o los notables descensos en las ventas de casas nuevas y usadas.

El mes concluía con la Reserva Federal dispuesta a articular nuevas medidas de estímulo, al tiempo que el presidente estadounidense, Barack Obama, hablaba de bajar impuestos y de disponer de nuevos fondos para inversiones en energías renovables e infraestructuras.

En cuanto a la evolución de las empresas del principal indicador del mercado nacional, el Ibex-35, este mes bajaron veinticinco y subieron diez.

La mayor caída correspondió a Gamesa, que perdió algo más de la quinta parte de su valor, el 20,87 por ciento, afectada por los malos resultados de su competidora Vestas y por informes negativos de casas de inversión.

A continuación se situaba el sector financiero, que puede ser objeto de nuevas pruebas de solvencia y regulación. El Banco Sabadell, que culminó la fusión con sus filiales estadounidenses, ocupó el segundo puesto por pérdidas con una caída del 12,58 por ciento, mientras que Banesto perdió el 12,33 por ciento.

Grifols lideró las ganancias con un alza del 7,44 por ciento, mientras que Indra, que logró varios contratos a lo largo del mes, subió el 5,3 por ciento, e Inditex, el 3,74 por ciento, tras adquirir todo el capital de su filial alemana y mejorar los datos de ventas de cadenas comerciales estadounidenses.

En cuanto a los grandes valores, subieron Iberdrola, el 2,68 por ciento, y Telefónica, el 0,46 por ciento, mientras que BBVA perdió el 7,92 por ciento; Banco Santander, el 5,97 por ciento, y Repsol, el 0,5 por ciento.