El presidente del CD Zamarat, Carlos Baz, explicó ayer en declaraciones a La Opinión que “ha ocurrido lo que nadie quería que ocurriera, pero es verdad que hace ya varias temporadas que lo veíamos venir porque la Liga estaba creciendo a un ritmo frenético, estaba aumentando mucho su potencial deportivo y económico”. El directivo del club naranja se muestra pese a todo contrariado con el disgusto del descenso que se consumó el pasado sábado al perder contra el Valencia Basket y no duda en reconocer que “clubes como nosotros, como Cáceres o Bembibre, estábamos abocados a sufrir muchísimo y a jugar siempre con el descenso. Y antes o después, la moneda cae del lado que no debe y te manda fuera”.

“Lo veníamos viendo hace tiempo -añade Carlos Baz- pero no por ello, cuando ha llegado, deja de ser doloroso. Duele por tí, por los tuyos, por la ciudad, por los periodistas que nos seguís diariamente, te duele y te fastidia”.

Tiene muy claras cuáles han sido las claves de esta triste temporada tan condicionada por el corona virus: “La temporada ha tenido tres momentos diferentes. Hicimos una planificación de la plantilla con diez jugadoras, pensando que sería suficiente, pero a lo mejor nos quedamos cortos por el ritmo al que quiso la Federación jugar por el Covid. Por miedo a que nos encerraran, había que jugar muchos partidos por semana. Tampoco pudimos construir el equipo porque la pretemporada, que ya iba a ser muy corta, se acabó del todo por la pandemia que nos obligó a suspender los entrenamientos. Y empezamos sin entrenar y sin nada la temporada”.

Tampoco se acertó demasiado en la planificación de la plantilla porque “había jugadoras que tenían contratos cortos y se fueron antes de Navidades porque no estaban a gusto y eso nos obligó a reconstruir la plantilla. No acompañaban los resultados, se produjo el cese del entrenador y llegaron nuevas jugadoras. Entonces, cuando ya parecía que teníamos un grupo humano bastante curioso, tampoco hemos podido construir el equipo porque no han podido entrenar debido a las lesiones. Empezamos con la rotura de la muñeca de Alejandra Quirante, y de ahí en adelante nos ha pasado de todo. No se ha podido construir equipo porque con seis o siete jugadoras para entrenar, es imposible”, aunque quiere puntualizar que “no sé hasta dónde hubiéramos llegado de haber podido hacer las cosas en condiciones pero sí que hubiéramos ganado más partidos y estaríamos todavía ahí en la pelea con Cáceres y Bembibre”.

No tiene muchas objeciones que efectuar respecto al entrenador actual: “Fran García llegó con muchas ganas, con toda la ilusión de salvarnos, de decirnos: “aquí estoy para sacar esto adelante”, pero se ha encontrado con mucha vicisitudes y al final no ha podido trabajar en condiciones. Además ha habido jugadoras a las que les ha pedido dar un paso adelante y les ha costado”. No descarta tampoco la continuidad del técnico asturiano aunque es un tema sobre el que no se ha puesto todavía en serio: “Parece que Fran está meditando su futuro profesional fuera de los banquillos, pero tampoco se ha cerrado a continuar entrenando al equipo. No nos lo ha comunicado oficialmente ni nosotros tampoco nos hemos planteado todavía en serio este tema. Tenemos una conversación pendiente con él para decidir qué queremos hacer ambas partes”.

En todo caso, antes el CD Zamarat tiene que marcarse un plan de futuro que ahora mismo es complicado de diseñar porque la Federación Española planifica una reestructuración de la Liga Femenina 2 que este año cuenta con dos grupos en los que hay una gran distancia entre los equipos fuertes y en resto en cada uno de los dos grupos. El proyecto federativo parece pasar por crear una Liga 2 de un solo grupo con un alto nivel competitivo: “La Liga parece que se va a reestructurar con una LF2 de un solo grupo y un alto nivel -añade el presidente del Zamarat-. Si fuera como hasta ahora, podíamos plantearnos estar dos o tres años trabajando desde abajo, dándole fuerza al proyecto, estando tranquilos antes de intentar dar el salto, con entrenadores cercanos a los que confiarles un proyecto a medio plazo. Pero si al final, la Liga 2 va a ser supercompetitiva, el planteamiento a lo mejor es otro. Tienes que empezar a competir desde el primer día y no te puedes relajar porque puedes volver a descender. Por eso está todo en el aire. No sabemos a día de hoy qué queremos hacer con el club y a partir de ahí, con qué personas queremos contar”.

En todo caso, el ambiente en el seno del club naranja es el del deber cumplido y el de haber escrito una de las páginas más brillantes en la historia del deporte zamorano, tal vez solo comparables a la década que también el club Amigos del Remo reinó en el piragüismo nacional.

Han sido diez años históricos a nivel de cifras pero, sobre todo, por lo que han supuesto para el club, para la ciudad y para la provincia. Ha sido espectacular la dimensión y la difusión que hemos dado colocando a Zamora en el mapa mundial a través del baloncesto. Las fases de ascenso que hemos jugado, la Copa de la Reina, las veces que hemos traído a la Selección Española. Hemos vivido cosas espectaculares e históricas de un recuerdo imborrable. Ha sido muy difícil conseguirlo y va a ser casi imposible repetirlo. Lo he dicho siempre: lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Vamos a ver quién es capaz de hacerlo. Actualmente sólo estábamos cuatro clubes con más de diez años de antigüedad en la máxima categoría actualmente”.

Pero también ha llegado el momento de la reflexión y de asumir las críticas que puedan llegar tanto desde la afición como desde el resto del mundillo del baloncesto: “A nivel personal, no me han llegado críticas todavía y al club tampoco. Sé de algún compañero que sabe que algunas personas, aprovechando el anonimato que les permite algún medio, han dicho cosas censurándonos, pero no sé qué dirá la gente. Ahora que ha comenzado a competir la cantera, voy a estar más con los padres y ellos me comentarán cosas porque hay gente que sabe mucho de baloncesto entre ellos, y seguro que nos aportarán ideas, y también los medios y otros clubes nos presentarán sus críticas sobre la situación que hemos vivido”, concluyó el presidente del club naranja que ha vivido durante estos años una importante crisis interna tras el fallecimiento de Juan de Mena que le obligó a reestructurar completamente la entidad.