El fútbol sala de élite quiere consolidarse en la ciudad de Benavente y la primera piedra la ha puesto el Desguaces Casquero consiguiendo la permanencia matemática en la 13ª jornada de esta primera fase de la Segunda División. Un objetivo marcado por el Atlético Benavente y su plantilla en el inicio de la temporada y que tras un gran inicio se veía como algo que podría conseguir con una facilidad superior a la que al final ha sido.

Tras terminar la primera vuelta con la sorprendente cifra de 15 puntos, los de Benavente veían la salvación al alcance de los dedos y por qué no, luchar con algo más. Cuatro derrotas en los siguientes cinco partidos hicieron que la clasificación se apretase en la zona media alta, aunque con una bala en la recámara para los atléticos, el hecho de depender de ellos mismos. Y así sucedió este fin de semana. Ante Rivas Futsal, el Desguaces Casquero necesitaba un punto para certificar su presencia en la segunda fase y no sin sufrimiento, pero consiguieron sumar el esperado empate.

Chema Sánchez, entrenador salmantino del Desguaces Casquero que suma su tercera temporada al frente del conjunto blanquiazul hace balance de lo que se ha conseguido y de los objetivos que debe marcarse ahora el equipo. “La salvación nos permite cambiar el enfoque de estos meses y centrarnos en nuestra mejora, poner el foco en nosotros tanto individual como colectivamente. La prioridad ya no va a ser conseguir resultados sino el proceso, porque no hay que olvidarse que el objetivo era la permanencia y la plantilla estaba diseñada para cumplir ese objetivo”, ha matizado Sánchez.

El buen aterrizaje de los benaventanos supuso una gran sorpresa dentro del entorno del fútbol sala. Una sinergia positiva que ha llevado a lograr la permanencia y que el técnico ha reconocido que es fruto del trabajo del equipo y de mantener el bloque que conseguía el ascenso, pero que pudo verse comprometida después de tres derrotas. “El equipo en las tres derrotas dio la talla, tuvo opciones reales de llevarse la victoria y compitió hasta el último. No me parece justo el resultado en Noia y no me parece justo el resultado en Talavera, creo que el equipo mínimo mereció el empate, pero esto es la Segunda División y una cuarta derrota en Rivas hubiese generado una ansiedad en la plantilla y evidentemente se podría escapar el objetivo”, analizaba el técnico quien aseguraba que, si no lo conseguían en el partido ante Rivas, hubiesen certificado la permanencia ante el Leganés.

Chema Sánchez y un jugador colocan la defensa benaventana. | D. S.

Hablando de nuevos retos y nuevas metas para un club que después de su refundación en el año 1999 cumple su primera temporada en Segunda División, Chema Sánchez cree que el proceso de crecimiento lleva un tiempo progresivo. El técnico salmantino pone los pies en el suelo y habla de utopía cuando se piensa en un ascenso a Primera División, por el momento: “No tenemos que volvernos locos, eso no significa que no vayamos a competir cada partido y que no saldremos a ganar. Nunca se sabe, a veces el pez pequeño se come al grande. Nosotros no tenemos ningún tipo de presión, presión que sí van a tener algunos equipos que disputarán la segunda fase con nosotros.”

Sean los retos y las dificultades que se presenten en el futuro más cercano, lo que está claro es que plantilla y cuerpo técnico estarán preparados para superarlos. Así lo demostraron consiguiendo los títulos de Segunda División B las temporadas 2018-2019 y 2019-2020, sobreponiéndose a la eliminación en el play-off ante Ceuta y consiguiendo, una temporada después llevar al club a la Segunda División. Un binomio Atlético Benavente-Chema Sánchez que se ha consolidado a través de los resultados basándose en el trabajo y la exigencia diaria. Un crecimiento que el entrenador blanquiazul espera siga dando sus frutos en los próximos meses dentro de la familia que han formado. Una unión según relata Sánchez ha ido más allá de la plantilla y cuerpo técnico, la afición, los patrocinadores y la ciudad en general de Benavente se encuentra volcada con este proyecto que no deja de crecer y que como premio contará con su equipo una temporada más en Segunda División.