Leo Messi sigue dando todos los pasos para salir del Barcelona. Primero fue el burofax que envió al Barcelona, después no presentarse a los entrenamientos y ahora es su padre y representante, Jorge Messi, el que viajaba ayer en un vuelo privado desde Rosario (Argentina) a Barcelona para intentar dar por cerrada una operación que se presume será muy complicada. La pelea que habrá por la interpretación del contrato que une a Messi y al Barça, con el primero asegurando que puede salir libre y el club azulgrana que se tienen que desembolsar los 700 millones de euros de su cláusula, se presume cruenta y probablemente solo podrá resolverse en un juzgado.

Mientras tanto son muchos los clubes europeos que aspiran a hacerse con los servicios del astro argentino. Uno de los que esperaba tener alguna opción era el Inter, que ya se ha autodescartado.