La pandemia del coronavirus que se está viviendo a nivel mundial conllevará muchos cambios a corto-medio plazo en el mundo del deporte. Uno se está viendo ya con las distintas fórmulas para resolver las competiciones, pero también se verá afectada la próxima temporada. Ya anunció la Federación Española de Fútbol su intención de que en Segunda B haya cinco grupos de veinte equipos (un total de 100 participantes) pero además habrá variaciones en la Tercera División.

En la cuarta categoría del fútbol español se prevé que haya dos grupos de diez o doce equipos, dependiendo de los ascensos que se produzcan en cada grupo, y a partir de ahí reducir el número de jornadas y es que la campaña 20-21 será más corta de lo habitual. A falta de definir y aprobar el sistema de competición, una opción con muchas probabilidades es hacer una primera fase de grupos y después hacer una segunda fase para decidir los ascensos a Segunda B y Tercera.

Los cambios podrían ir más allá y es que Luis Rubiales y su junta directiva también estudiarán en los próximos meses la opción de crear una nueva categoría entre la Segunda División A y B, aunque ya para el curso 2021-22.

Todas estas cuestiones están en estudio y ayer la Federación de Castilla y León siguió debatiendo sobre opciones de futuro pero también de presente y es que, aunque todo dependerá de lo que suceda en categorías superiores, sigue pendiente el desenlace delas ligas autonómicas. Marcelino Maté, presidente de la Territorial, aseguró ayer están valorando muchas opciones tras las distintas propuestas de los clubes. De hecho, en la Regional de Aficionados, que ya son dos grupos, también se prevén dos nuevos subgrupos aunque no hay nada aprobado al 100%.