A pesar de la paliza contra Rafa Nadal el viernes, perdiendo el partido en dos horas y 52 minutos, el griego Stefanos Tsitsipas tuvo fuerzas y talento suficiente para derrotar al suizo Roger Federer por 6-3 y 6-4, y este domingo luchará por primera vez por el título de las Finales ATP.

Federer, ganador del torneo en seis ocasiones, y descansado desde que ganó a Novak Djokovic el jueves, sucumbió contra Tsitsipas, por segunda vez esta temporada (octavos del Open de Australia) en 96 minutos.

El jugador griego, de 21 años, es el segundo tenista más joven en alcanzar la final desde el argentino Juan Martín del Potro en 2009 (un mes menos), y se enfrentará en la final (19.00 CET) al austriaco Dominic Thiem, que derrotó al defensor del título, el alemán Alexander Zverev por 7-5 y 6-3.

Será una final inédita en el torneo que cierra la temporada, con ambos jugadores siendo los primeros de esta nacionalidad en disputar el título, y ambos con revés a una mano.

De ganar Thiem, que domina en los enfrentamientos previos por 4-2, con 3-1 en pista dura, aparecería este lunes en el número cuatro del mundo, adelantando al ruso Daniil Medvedev, y solo siendo superado por el Rafa Nadal, el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer.

Tsitsipas y Thiem, éste en los cuartos de final de los Masters 1000 de Madrid y en la final de Indian Wells, son los dos únicos jugadores que han logrado ganar esta temporada dos veces al jugador de Basilea, que cierra el curso con 10 derrotas, y que se ve apartado de la final del torneo que pone fin al circuito en la que falta desde 2015 (Djokovic).

Federer no gana este torneo desde hace ocho años cuando derrotó en la final al francés Jo-Wilfried Tsonga.

La primera semifinal, más generacional que nunca, enfrentó a dos jugadores con 17 años de diferencia, el periodo más grande en la historia del torneo. Y como señalan las estadísticas de la ATP el triunfo volvió a corresponder al más joven, al igual que en cinco de los seis últimos enfrentamientos en los que la diferencia de edad era de tres lustros o más.

El ateniense controló el partido desde el principio marcando rápidamente un 3-0 en 11 minutos. Su saque, con cinco directos, martirizó a Federer, que por contra no pudo aprovechar ninguna de las cinco oportunidades que dispuso, dos de ellas en el definitivo noveno juego, donde Stefanos necesitó siete bolas de set para hacerse con el parcial en 46 minutos.

El de Basilea cambió de táctica en el segundo set, y con la percepción de que si no atacaba perdería la oportunidad de alcanzar por 12ª vez la final de este torneo se lanzó a la red.

La decisión llegó cuando tenía ya una rotura en contra, pero surtió efecto en el 2-2, aunque le duró poco la alegría porque cedió su saque a continuación. Tsitsipas, al que el duelo con Nadal el día anterior le sirvió de mucho, por lo visto contra Federer, cerró el partido a lo campeón con su sexto saque directo.