La marcha del Zamora CF en la liga del Grupo VIII está sorprendiendo incluso a los más optimistas. El equipo que dirige David Movilla no sólo es el que más puntos suma de todos los grupos de Tercera, sino que ha superado con creces los resultados de la pasada campaña a estas alturas. Las cinco victorias y el empate cedido en la segunda jornada ante el Burgos Promesas han situado al equipo rojiblanco con un total de 16 puntos, algo que nadie ha superado en las seis jornadas que van de Tercera División aunque el número de jornadas disputadas en cada uno de los grupos varía bastante desde cuatro, hasta seis, como es el caso del VIII.

Tan sólo en el grupo cántabro -también con seis jornadas- Laredo y Escobedo han logrado sumar los mismos 16 puntos.

El Zamora alcanzó el liderato el domingo tras ganar "in extremis" al Astorga (0-1) y se sitúa con un punto de ventaja respecto al Salamanca B, dos con el Burgos Promesas y cuatro con el Numancia B, los cuatro equipos que jugarían actualmente el play off de ascenso.

Además el equipo de Movilla comienza a establecer distancias significativas respecto a los que se presentaban al comienzo de la liga como teóricos favoritos a ocupar las cuatro primeras plazas, como es el caso de la Segoviana que ya está a cuatro puntos; o la Arandina y Astorga, a siete; o el Avila, a ocho. Estos resultados han permitido al Zamora mejorar sensiblemente la posición que ocupaba en la pasada temporada en esta misma sexta jornada. Los rojiblancos eran sextos y tan sólo habían sumado 11 puntos, y ya habían cedido dos empates y una derrota. Esta situación sin embargo, no se repite en cuanto a la capacidad goleadora del equipo ya que este año tan sólo ha sumado un gol más (10) de los que llevaba el pasado a estas alturas de Liga. Y si en la anterior campaña la eficacia defensiva era motivo de orgullo con sólo 4 goles en contra, en la presente, todavía es mejor, con los 2 tantos encajados a día de hoy.

Hay además una diferencia fundamental en el rendimiento de los dos equipos que ha dirigido Movilla, y es su comportamiento ante los teóricos equipos grandes de la competición, lo que era su talón de Aguiles el pasado año. Y esta vez, el partido contra la Segoviana se saldó con un rotundo 3-0 y el de Astorga, el pasado domingo, con victoria (0-1). Y sin saber lo que es ir perdiendo todavía.