¿Conocen ustedes a Mike Chandler? Es el pívot del Innova Chef y lleva la increíble cifra de 96 tapones en 22 partidos. Es decir, más de cuatro partidos por encuentro. Los números son todavía más ridículos -en cuanto a lo sorprendente de los mismos- si lo comparamos con los mayores taponadores de la Liga EBA, competición que disputa en las filas del Virgen de la Concha. Su inmediato perseguidor, Pablo Posse (Rosalía de Castro), lleva un total de 34 tapones; es decir, ¡62 menos que el jugador del conjunto zamorano! Asimismo, Felipe Braga (Oviedo Baloncesto) es el segundo mejor taponador en media del torneo con 2,43 tapones por partido; lo que viene a ser la mitad de los que pone el cerrojo del equipo aurinegro.

La verdad es que Mike Chandler es un tipo alto, unos 2,06 metros, pero para nada es el más alto de la liga. Es más, hay jugadores de su propio equipo -como es el caso de Javier Nasarre, con 2,08 de altura- que le superan en estatura. Pero claro, esto no solo se trata de lo alto que eres, sino de la potencia física de tus piernas, tu correcta colocación sobre la pintura y, sobre todo, la técnica. De hecho, el propio Mike nos cuenta que su gran capacidad para colar "chapas" a los rivales se debe en su totalidad a la técnica: "Debes saber cuándo saltar y cuando esperar, de modo que cuando lo hagas puedas imponerte a tus rivales".

Mike, que se mueve torpón cuando anda y atienden con actitud bonachona y obediente a las indicaciones del fotógrafo, cambia radicalmente su expresión corporal y sus movimientos sobre el campo, donde lo más habitual es verle volando para colarle un gigantesco "block" al rival de turno. Su leyenda, por no decir sus guarismos, se ha extendido por la liga y los rivales -que temen comerse uno de sus famosos tapones- dibujan sistemas en los que el norteamericano luzca lo menos posible y no se repitan los ocho tapones que les calzó al Rosalía de Castro y al CB Chantada en las jornadas 7 y 10 respectivamente.

A pesar de ello, Mike Chandler continúa siendo un elemento extraño para los equipos contrarios. Con él en el campo, la canasta del Innova Chef se vuelve infranqueable desde la zona de la pintura. Preguntado por esta faceta, el jugador aurinegro señala que su capacidad para encetar "chapas" a diestro y siniestro ya era uno de sus fuertes desde que era tan solo un adolescente: "Siempre se me dio bien poner tapones, en el instituto y, también en la universidad, destaqué bastante en este aspecto", detalló Chandler a este diario.

La verdad es que sus números no son baladí, pero no solo porque se trate del mayor taponador en la Liga EBA, donde compite con el Virgen de la Concha, sino porque dentro del Liga EBAbaloncesto. Por poner un ejemplo, aunque salvando las distancias propias del nivel de la categoría, Walter Tavares -el pívot de 2,21 metros y 2,36 de envergadura del Real Madrid- lleva 42 tapones en el mismo número de encuentros, 54 menos que el jugador del Innova Chef.

A pesar de lo abrumador de las estadísticas, Mike se muestra modesto y aunque afirma esta "contento" con las cifras, también señala que todos sus esfuerzos se centran en "ayudar a mi equipo" y reincide en que "lo más importante es meterse en play-off". Una tarea por la que el conjunto del Virgen de la Concha deberá pelear arduamente en las cuatro jornadas que restan de liga regular si quiere quedar entre los dos primeros, no en vano deberá enfrentarse a Lugo y Culleredo, dos conjuntos -el primero de ellos empatado a 15 victorias con el Innova Chef- que se encuentran también en la lucha por los puestos de play-off.

La cifra de los 100 tapones ya ronda la cabeza de jugadores y afición, una cantidad redonda que podría consumarse en el partido de la próxima jornada (sábado a las 18.30 horas) en casa del CB Chantada. Cuestionado por el número de tapones que podría alcanzar al final de temporada, el jugador estadounidense confía en alcanzar la cifra de 110 o 115 tapones; una meta no tan desorbitada si tenemos en cuenta que restan cuatro encuentros y el pívot aurinegro realiza una media de cuatro "chapas" por encuentro. Quizás, el año que viene haya que hacer como con Ronaldo Nazario y pedirle que prometa una cifra anteriormente nunca vista. No en vano, su récord "in one season" (en 30 partidos en Estados Unidos), como dice él, está en 192 tapones.