La pasada campaña se quedaron a un gol de lograr el ascenso a División de Honor Plata y, por ello, volvían a partir dentro de la Primera División de Castilla y León como las grandes favoritas al título. Un pronóstico que las jugadoras sénior del Balonmano Zamora han hecho correcto por la vía rápida, sentenciando en su primera oportunidad una liga regional en la que han vuelto a imponer su talento sin apenas obstáculos.

De la mano de Felipe Barrientos, meta del MMT Seguros, el conjunto absoluto del Balonmano Zamora sentenció el pasado fin de semana su liga al ganar por 21-28 a BM Delicias. Las pistacho, todavía sin patrocinador, lograron así su segundo entorchado consecutivo y ponen su vista ya en la futura fase de ascenso en la que volverán a pelear por dar el salto a División de Honor Plata. Una categoría que buscaron la última vez como locales y que, presumiblemente, tendrán que intentar conseguir en esta ocasión en pista de algún otro rival.

Más allá del gran éxito cosechado por el equipo sénior femenino del Balonmano Zamora, el fin de semana resultó bastante negativo para la cantera del club pistacho con pocas victorias. Resultados en los que influyó el hecho de no jugar ninguno de los conjuntos de la base como locales en esta última jornada.

Lo más destacable en categorías inferiores fue el doble triunfo firmado por el conjunto femenino de categoría infantil. Las pequeñas de la cantera del BM Zamora puntuaron tanto en Palencia como en Nava de la Asunción y continúan con paso firme de cara al final de temporada. Su victoria ante el Autocares JG y las tablas firmadas ante uno de los conjuntos más fuertes de la competición abren las puertas de la lucha por el título regional a las pistacho.

Completó los buenos resultados la victoria sin historia de los infantiles en su visita a tierras charras donde golearon al Ciudad de Salamanca, cerrando acta tras el descanso.

Por contra, el resto de conjuntos de las categorías inferiores zamoranas a nivel regional cayeron derrotados este fin de semana. El tropiezo más sorprendente fue el del Ángel Óptico Varilux, que hacía años no se acordaba de lo que era perder dos duelos consecutivos.