Nada podía presagiar que después de los diez primeros minutos jugados, al final del partido se pasasen tantos apuros para salvar una victoria, y es que con una ventaja de cuatro goles y un dominio total en pista parecía cantado que los puntos se quedasen en la Rosaleda. La máquina blanquiazul funciona, presionado arriba como le gusta a Macías y defendiendo con muchísima intensidad, pero esa ventaja que daban los cuatro goles marcados en poco tiempo se vino abajo. De hecho, los gallegos, gracias a dos errores concentración en defensa por parte local, se fueron al descanso con esperanzas de remontada. Parecía claro que un gol metía a O Esteo en el partido, y así fue, pues en una jugada sin aparente peligro acortaron distancias y el 4 a 3 en el marcador hizo que aparecieran fantasmas de otras tardes, que se verían confirmados con otros dos goles más que pusieron a los gallegos por delante. Afortunadamente en el tramo final surgieron los galones, y tanto Charlie como Malaguti encabezaron una remontada a base de entrega, con claras ocasiones para uno y otro lado que podrían inclinar la balanza para cualquier bando.

La remontada se fraguaba primero con un gol de Malaguti, después de estrellar dos balones en el poste, y al final aparecía Samu dando un pase entre una maraña de piernas a Christian que entraba desde atrás como una bala para marcar el gol de una victoria que nunca debió de ser tan sufrida.