El francés Jonathan Hivert (Direct Energie) arrebató a Jaime Rosón la victoria en el alto de La Camperona (León) en la segunda etapa de la XXXII Vuelta Ciclista a Castilla y León y es el nuevo líder de la carrera con 38 segundos de ventaja respecto al zamorano del Caja Rural RGA, un tiempo que resultará muy difícil que pueda perder en la tercera y última etapa de hoy de perfil llano entre Ponferrada y León de 145 kilómetros.

Hivert, de 32 años, corredor secundario en la mayoría de equipos galos en los que ha estado y que ha disputado con discretos resultados tres veces el Tour de Francia, aprovechó su fortaleza final para imponerse a Jaime Rosón (Caja Rural Seguros RGA), de 24 años, y arrebatarle la etapa.

Desde el inicio se vio a un pelotón inquieto, sin que el líder Alexander Evtushenko y su equipo Lokosphink controlaran demasiado, dejando esa labor a otras escuadras más poderosas como el Movistar o el Caja Rural.

De esta manera, los más aventureros empezaron a probar, como Pablo Torres (Burgos BH) o Carlos Antonio Jiménez, del equipo boliviano, quienes disfrutaron de las primeras rentas de segundos antes de empezar a picar hacia arriba el terreno.

Las tres subidas sucesivas a los altos de Picones, Pandetrave y Panderrueda permitieron también otras escaramuzas, alguna más numerosa, con grupos de 9 y de hasta 22 integrantes, aunque sin que alcanzaran rentas más allá del puñado de segundos.

El italiano Marco Frapporti (Antoni-Sidermec-Bott) se fue decidido a falta de 50 kilómetros para la línea de meta, sin preocuparse por la temible subida final a La Camperona.

De manera progresiva el corredor transalpino fue poniendo tierra de por medio con el pelotón, que tardó en reaccionar, hasta que el Movistar empezó a tomarse en serio la escapada, que superó los 3 minutos de margen, y a falta de unos quince kilómetros el ritmo del equipo más fuerte de la carrera empezó a imponer su ley.

El corredor de 32 años de Gavardo (Italia), que no ha dejado de ser un gregario con papeles poco relevantes en el Giro de Italia, única prueba de las grandes vueltas en las que ha participado, fue pagando su osadía y en un puñado de kilómetros vio frustrado su intento, todavía con 8 kilómetros por disputarse.

Los más fuertes del pelotón empezaron a posicionarse y se formó un grupo cabecero de unas 40 unidades para jugarse la victoria en la etapa y el liderato.

Atacaron en primer lugar los colombianos Carapaz, uno de los favoritos para la victoria, y Torres (Androni). Rosón saltó a por ellos y no solo les dio alcance en cuestión de segundos sino que se fue en solitario dispuesto a adjudicarse la que sería su segunda victoria de la temporada, pero por detrás Hivert le ancanzaría en los últimos metros y le superaba para entrar en la meta con 16 segundos de ventaja a los que hay que sumar los 22 que había conseguido al entrar en la escapada que triunfó en la etapa del viernes.

Rosón explicó que marcó su ritmo "desde abajo porque sabía que esto era muy largo". No obstante, alabó la victoria de Jonathan Hivert y se acabó llevando la etapa, porque "es muy fuerte". "Ya lo demostró hace unos años ganando incluso a Valverde al sprint en la Vuelta a Andalucía, así que es para estar contento", sentenció.