El presidente del Balonmano Zamora, José Antonio Quintana, aseguraba tras el encuentro de ayer, que terminó con el descenso del equipo a Plata, que no se podía poner ni un solo 'pero' al equipo aunque esta vez les tocó "el lado amargo del deporte". El máximo responsable del club pistacho admitía lo emotivo de la despedida que les había brindado su afición, con minutos de aplauso hacia la plantilla. Así, Quintana mostró su deseo de poder devolver todo el apoyo y el cariño a sus seguidores y aseguró que son un orgullo para ellos. De este modo, el presidente tan solo pudo prometer trabajo para regresar a la Liga Asobal y con las modificaciones necesarias para ser competitivos y recuperar la categoría élite del balonmano. Con todo, el responsable de la entidad dejó claro que "la línea de trabajo no va a variar porque es la que nos ha traído hasta aquí" y se mostró convencido que aún en División de Plata seguirán contando con el apoyo de patrocinadores y colaboradores porque el club es "atractivo y un valor seguro" que va más allá del primer equipo, destacando a la masa social y a los niños que componen la cantera.