Madrid

El Atlético de Madrid continuó lejos de su mejor nivel en el último partido frente al Numancia, pese al 3-0 final, pero ya depende de sí mismo en la lucha por la cuarta posición, en poder del Valencia y de la que le separan tres puntos, aunque con un duelo pendiente entre ambos en el Vicente Calderón.

A pesar de esa desventaja, el enfrentamiento entre los dos equipos en la antepenúltima cita del campeonato, unido al empate de este domingo del Villarreal en Valladolid (0-0), con el que el conjunto rojiblanco adelantó en la clasificación al club amarillo, le da la opción de depender de sus propios resultados en los últimos siete choques para clasificarse para la Liga de Campeones. Es una buena noticia para el Atlético, que ha ido a remolque de esas posiciones durante mucho tiempo, desde la decimosexta jornada de Liga, en la que su victoria a domicilio contra el Espanyol (2-3), el 20 de diciembre de 2008, le situó en la tercera plaza de la tabla. Fue la última vez que estuvo entre los cuatro primeros.

«Cada vez va quedando menos margen, menos partidos y lo importante es pensar en nosotros. Tenemos grandes opciones y depender de nosotros es lo más lindo», valoró ayer el uruguayo Diego Forlán en rueda de prensa, tras el entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Majadahonda.

El Atlético tiene por delante siete partidos, tres de ellos como visitante (Racing de Santander, Betis y Athletic de Bilbao) y cuatro en casa (Sporting de Gijón, Espanyol, Valencia y Almería).