REAL MADRID 2

ALICANTE 1

Madrid.- Un gol de Guti sobre la hora evitó un nuevo desastre blanco en Copa del Rey, competición a la que el Real Madrid no coge la medida, ante un equipo de Segunda B, el Alicante, que brilló en el estadio Santiago Bernabéu.

Volvió el fútbol y los nervios al coliseo de la Castellana tras el parón navideño. El primer partido de 2008 era la oportunidad esperada por jugadores poco habituales, con Roberto Soldado a la cabeza. Su presencia en la delantera fue la gran novedad del equipo de Bernd Schuster. Saviola tuvo su oportunidad en la ida. La desaprovechó. Ayer era el momento de Soldado. Cansado del ostracismo al que estaba relegado, pidió su salida en el mercado invernal y el técnico blanco ha rectificado tras reflexionar.

El caso de Guti es el más sorprendente. De ser pieza imprescindible en el puzzle de Schuster a no jugar ni un minuto en el Camp Nou en el último partido de 2007, hay un abismo. El encuentro de Copa se le quedó pequeño. Su recital de pases se oscurece con el enfado a fallos de sus compañeros en jugadas. Anda mosqueado y se le nota. Su gol final perdona todo.

El capitán se cansó de asistir para decidir la eliminatoria cuando el partido se encaminaba a la prórroga. Se cumplía el minuto 93 y sacó un zurdazo imparable para repetir la historia del partido de ida. Un duro castigo para el Alicante. Los suplentes blancos no pasaron la prueba.