- ¿Qué piensa Vilches de esta nueva suspensión?

- El campo no estaba para jugar porque el riesgo de lesión era alto. El taco de la bota no clavaba, resbalaba, tenías que hacer un giro brusco y se te iba la pierna por lo que lo mejor era que no se jugase para que no hubiera lesiones.

- Además tenías muchos problemas para hacer los saques cuando los estuviste ensayando.

- Sí. Al apoyar el pie se resbalaba el taco y estuve a punto de irme al suelo dos o tres veces. Si se hubiese jugado el encuentro, tendría que haber sacado con la puntera porque de otra forma era imposible.

- Parece que este es el partido de nunca acabar.

- Nosotros nos los queríamos quitar de en medio porque además si se ganaba aquí salíamos de la posición en la que estamos. Todos teníamos unas ganas enormes de jugar, salimos a calentar y cuando probamos... era prácticamente imposible mantener la vertical por lo que estuvimos hablando con el árbitro sobre lo que pasaba.

- En un principio el árbitro asturiano Granda Barros ya dijo que por él no se jugaba; luego señaló que si los dos clubes estaban de acuerdo, se jugaría, y al final volvió a mantener la idea de que no había partido.

- El árbitro desde el primer momento dijo que no se podía jugar. Desde luego, más ganas que tenía yo de jugar, no creo que hubiera nadie por aquí con esas ganas, pero prefiero no jugar porque en cualquier gesto o en cualquier salida podría haber una lesión grave porque el terreno resbalaba muchísimo.