COAG exige medidas frente al lobo para los ganaderos de Sanabria

José Manuel Soto subraya que los ataques del cánido son continuos y que son un "problema serio" para el vacuno

El delegado comarcal de la organización apunta a la protección del lobo como causa del cierre de explotaciones

Ganado de una explotación de San Martín de Castañeda que ha cesado su actividad por los ataques de lobo.

Ganado de una explotación de San Martín de Castañeda que ha cesado su actividad por los ataques de lobo. / Araceli Saavedra

El delegado comarcal de COAG José Manuel Soto salió al paso para exigir medidas de protección para los ganaderos del Parque Natural del Lago de Sanabria y las Sierras de Segundera y de Porto, ante los ataques continuos al ganado extensivo. Señaló al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Alfonso Morán Fernández, y al director General de Medio Natural, José Ángel Arranz Sanz, como responsables de los resultados de la protección del lobo e interpeló "¿qué medidas han adoptado o se van a adoptar o no se están enterando de lo que pasa con la protección del lobo?".

Soto se pregunta si "entre ellos se están notificando cada expediente que se tramita por ataque del lobo, para ver si toman soluciones, porque hasta ahora no se ha hecho nada".

Los ganaderos de San Martín de Castañeda, de Vigo, de Porto, de Pías estás sufriendo desde hace años ataques sin que se hayan adoptado medidas. Soto lamentó que este problema suponga el cierre de explotaciones, como ha ocurrido esta semana con una ganadería de San Martín de Castañeda. Incluso en las zonas colindantes de Lubián y Padornelo está ocurriendo el mismo caso "es un problema serio con el vacuno de toda esta zona".

El problema que sufren los ganaderos de estas zonas en pastoreo extensivo es que desaparecen los animales, sobre todo los terneros recién paridos y los pequeños y en la mayoría de los casos "si los lobos han matado cuatro, puedes encontrar restos de alguno" lo que dificulta la reclamación ante la consejería de Medio Ambiente.

Soto fue tajante, al problema de ataques de lobo en este espacio protegido "se suma la prohibición de hacer naves –como ocurre en Villafáfila donde no dejan ampliar naves de hace 100 años- para resguardar el ganado".

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