Una iglesia zamorana se incorpora a la Lista Roja de Patrimonio

El templo de San Miguel Arcángel de Villalpando cerró sus puertas hace más de 50 años por su deterioro

Sucesivos derrumbes han agravado el estado de conservación del inmueble, de propiedad particular

Restos de la iglesia de San Miguel Arcángel de Villalpando. | J. G. B

Restos de la iglesia de San Miguel Arcángel de Villalpando. | J. G. B / M. J. Cachazo

Por su actual estado de «ruina avanzada», la iglesia de San Miguel Arcángel de Villalpando ha sido incluida en la Lista Roja de Patrimonio, con la que la asociación Hispania Nostra pretende alertar sobre bienes en riesgo de desaparición por su abandono.

La iglesia de San Miguel Arcángel es uno de los diez templos medievales que se levantaron en la villa y su origen se remonta a mediados del siglo XII, pudiendo haberse edificado sobre los restos de un templo visigótico que yacían en el solar y de los que ya no queda rastro.

Según la información recopilada por Hispania Nostra, desde el derrumbe de la techumbre del templo a finales del siglo XX, el proceso de ruina se ha acelerado. Además, en el año 2005 se desplomó el arco formero de la nave más amplia, al que siguieron las pechinas y parte de los muros cercanos al presbiterio.

En la actualidad, tan solo se mantienen en pie varios muros gracias a los sillares que los sostienen en las partes bajas, así como los tapiales de la sacristía nueva y la cabecera coronada con una espadaña que, de forma progresiva, va perdiendo los ladrillos que la rematan.

En el interior de la iglesia de San Miguel Arcángel, cerrado por una tapia, conviven escombros y partes de vigas desplomadas con la maleza que ha invadido el espacio, aunque también se acumula suciedad y uno de los extremos se ha convertido en un basurero. Por todos estos motivos, Hispania Nostra concluye que el estado de la iglesia es de «ruina avanzada».

Referencia en la villa

El templo estuvo asociado a la primitiva cerca de la villa, empleándose su cabecera cuadrada como parte de la muralla defensiva y, por su próxima ubicación a la muralla y al palacio de los Condestables, se convirtió en uno de los puntos de referencia de Villalpando.

En el siglo XVI, los condestables de Castilla acudían a la iglesia a oír misa, así como los hijos de Francisco I durante su estancia cautivos en Villalpando. En este mismo siglo, fueron bautizados en el templo el VI conde de Monterrey o Diego Torres Bollo, villalpandinos insignes.

Interior del edificio en el que se acumula la maleza. | J. G. B.

Interior del edificio en el que se acumula la maleza. | J. G. B. / M. J. Cachazo

Con el paso de los siglos, la torre y el resto de la iglesia se fueron transformando y, en el siglo XVIII, se renovaron algunos elementos como los arcos de medio punto de estilo barroco. En el XIX, el edificio fue objeto de una importante intervención que posibilitó su estabilidad estructural durante el siglo posterior, aunque estuvo cerrado al culto, a excepción de celebraciones litúrgicas puntuales. El templo cerró sus puertas definitivamente en 1973 y, en los años sucesivos se desplomó en parte hasta que finalmente fue vendida a un particular.

La iglesia era de planta basilical con dos naves, las cuales fueron ampliadas a tres en la Edad Moderna con la construcción de una austera capilla dedicada a la Virgen del Carmen. A mediados del siglo XV, gracias a una donación realizada por María de Solier, señora de Villalpando, se levantó un portal y una sacristía. Además, contaba con un coro de posible construcción entre los siglos XVI y XVII, momento en el que se renuevan estos espacios en el resto de iglesias de Villalpando.

La parte superior de la torre se vino abajo en el XVIII y en su lugar se levantó una espadaña de piedra y ladrillo que contrasta con los encofrados de cal y canto propios del primer nivel. En este mismo siglo se estableció en el templo una cabecera cuadrada, arcos de medio punto de estilo barroco y una media naranja sobre las pechinas.

La iglesia de San Miguel Arcángel carece de una protección específica y, por su abandono y deterioro, ha sido incluida en la Lista Roja del Patrimonio, de la que forman parte otros dos bienes de la localidad. En concreto, la iglesia de San Pedro pasó a engrosar la relación de inmuebles en peligro de desaparición en 2014 y cinco años antes fue incluido el castillo de Villalpando.

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