Un importante monumento de Toro entra en la "Lista Roja" del patrimonio

El inmueble “requiere una intervención urgente”, debido a que algunas estancias estás derrumbadas, advierte Hispania Nostra

Andamiaje que sostiene el palacio.

Andamiaje que sostiene el palacio. / Irene Alfageme

Irene Alfageme

Una de las últimas incorporaciones a la "Lista Roja" del patrimonio civil ha sido el Palacio de Bustamante, de Toro, debido a su avanzado estado de deterioro. A 10 de octubre del 2023, “Hispania Nostra”, una asociación sin ánimo de lucro que tiene como fin la “defensa salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de España”, publica que el Palacio de Bustamante forma parte de la “Lista Roja” e indica que las razones de su estado precario “se deben, según la administración pública, a los sucesivos cambios de propiedad”.

El inmueble fue embargado al último propietario, quien lo adquirió en 2007, para pasar a formar parte de una entidad bancaria, “que no ha llevado ninguna acción al respecto”. Desde “Hispania Nostra” detallan que es “primordial preservar un bien ligado a una figura de semejante trascendencia histórica como es Santa Teresa de Jesús”. Además, según indican desde la asociación, el palacio “requiere una intervención urgente”, ya que algunas de las estancias del palacio están derrumbadas, entre ellas, el oratorio. Actualmente, para su mantenimiento, tiene un andamio que cubre la fachada del edificio y así evitar que se derrumbe. 

En el año 2007 ya se planteó un proyecto para convertir el Palacio de Bustamante en un establecimiento hostelero, pero, a pesar de ello, la inversión era muy alta y las obras quedaron inacabadas; aunque, sí que realizaron intervenciones en fachadas y cubiertas. 

El Palacio de Bustamante está ubicado cerca de la iglesia de San Sebastián y el Palacio de los Deportes. Presenta una estructura y orden similares al de otros palacios del municipio toresano. Conserva la fachada, realizada en su totalidad a partir de ladrillo, a excepción de la portada, construida en piedra. Esta se encuentra, además, decorada con clavos floreados. Por su parte, la puerta de poniente está formada por un arco de medio punto con alfiz del siglo XVI. Cabe destacar igualmente el patio central, con pilares ochavados y los enchinarrados del suelo que diseñan grandes círculos con flores. En ambas portadas y en las esquinas del edificio se conservan todavía los escudos de los Bustamante. Parte del oratorio está derrumbado, así como otras estancias del palacio, por lo que requiere de una intervención urgente.

La Lista Roja del patrimonio de Hispania Nostra se creó como una herramienta para “dar a conocer, sensibilizar y actuar sobre los elementos patrimoniales del territorio español en riesgo de desaparición”, detallan desde “Hispania Nostra”. De esa manera, se puede prevenir que se pierda el patrimonio nacional, evitando que forme parte de la “lista negra”, donde incluyen aquellos elementos irrecuperables. También se puede dar el caso contrario: que se recupere y el inmueble pase de la Lista Roja a formar parte de la “lista verde”, un hito que aún le queda muy lejos a este inmueble histórico de la ciudad de Toro. 

Un oratorio donde rezó Santa Teresa

Según cuenta la historia, el origen del Palacio de Bustamante se remonta en torno a la primera mitad del S. XV. En el año 1460, Inés Gómez vendió el edificio a García Alonso de Ulloa, cuyo mayorazgo fue heredado por Guiomar de Ulloa. El palacio, debido a que no tenia herederos, pasó a depender del Sancti Spiritus. En el año 1672 se vendió a Félix de Ribera Velázquez, quien mandó construir un oratorio en una dependencia que habitó en su día Santa Teresa de Jesús. Actualmente, es el oratorio que se encuentra derrumbado. 

Según informan desde “Hispania Nostra”, “el habitáculo que ocupó la santa abulense se conserva en una de las esquinas del palacio y se distingue a la perfección del resto de estancias”, ya que, hay situada una lápida en el exterior en la que se incluye una inscripción. Además, Diego Bustamante, propietario del edificio en el S. XVII., decidió mantener el aposento “tal y como estaba cuando alojó a la religiosa fundadora de las Carmelitas Descalzas”. Actualmente, el Palacio de Bustamante tiene como propietario una entidad bancaria, pero, hasta el 2007 perteneció al barón de Covadonga.

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