El elixir de la oliva virgen es alistano

La Raya de España y Portugal revivía ayer la ancestral elaboración tradicional de aceite de oliva en molino de sangre gracias a la iniciativa de los vecinos de Latedo, único pueblo de la comarca que preserva en activo un antiguo lagar que utiliza para funcionar la fuerza "bruta" de los humanos y los animales, en este caso caballos.

Este año en Latedo no ha sido un buen año de aceitunas, pues, las heladas y las lluvias de finales de primavera afectaron muy negativamente en el momento álgido de la floración a los olivos, lo cual ha repercutido en una baja producción de aceitunas.

El antiguo lagar fue construido en el año 1912 en un solar cedido a su pueblo por el Tío Miguel Terrón para construir en él la almazara comunal que funcionaba día y noche por el sistema tradicional de "Horas" y "Roda". Fue recuperado en 2004 por el Ayuntamiento de Trabazos con ayudas de la Unión Europea (Adata). En 2005 renacía para elaborar aceite y poner en valor la actividad exclusiva de Latedo.

Para gustos los colores y sabores y que mejor manera de iniciar la lluviosa mañana otoñal que saborear el oro verde en una cata de Aoves que contó con la presencia de uno de los mayores expertos de España y presidente de la Asociación Patrimonio y Cultura del Aceite Francisco Lorenzo Tapia, nacido en 1967 en Málaga, médico experto en nutrición comunitaria, defensor de la dieta mediterránea y un enamorado del aceite de oliva desde que de niño correteaba por la almazara de su abuelo Pepe en la Sierra de las Nieves (Monda). Jesús Ángel Blanco de la almazara "Soleae" de Herguijuela de la Sierra en Salamanca lo llevó hasta Aliste para catar sus aceites de Picual y Manzanilla Cacereña; mientras que el vecino Carlos Blanco se encargó de aportar un aceite rayana portuguesa de Tras os Montes.

La "Llagar" de Latedo reabría sus puertas en su afán de preservar la reconversión de las aceitunas en una sabrosa aceite, siempre un manjar, y en la actualidad un auténtico lujo que sus vecinos producen para el autoconsumo en unos tiempos donde su precio se paga en oro. Aprovecharon los vecinos las vísperas para ir al monte a traer la leña de jara.

Comida de otoño que se ofreció en "El Cruce" de Trabazos donde los comensales disfrutaron de un buen cocido alistano con su sopa, garbanzos, longaniza, costillas adobadas, carne de ternera alistana, pollo, pizpierno, lacón y panceta, con el magnífico complemento del peculiar pan elaborado con pan de centeno, para terminar con una tarta cuajada con frutos silvestres del otoño. Por otra parte, Latedo mantiene en su esencia más pura el "Molino de Sangre" donde un caballoo se encarga de mover la "Muela" que gira verticalmente sobre la pila de granito del "Monte Pedroso" donde muele las aceitunas. Latedo puso ayer en marcha el "Jardín de los Olivos Olearum" con distintas variedades de olivos traídos desde toda España, Italia, Portugal y Grecia por iniciativa de la Asociación Cultura y Patrimonio del Aceite.‌ El nuevo jardín cuenta con 20 variedades de olivo, por lo que Latedo pasa a ser el pueblo de Castilla y León con más variedades de olivos.

Entre las viejas costumbres alistanas de agricultores y ganaderos cuando se hacía vida en el campo una de las costumbres más arraigadas era la de "tomar las cinco" (hora de la merienda) que coincidía también con la salida de la escuela de los rapaces. Ayer en Latedo se revivía la tradición y dada la ocasión se hizo con la degustación popular de píngadas: torrada de pan casero a la lumbre (brasas) introducida luego en aceite y finalmente untada con miel de Aliste.

La torrada alistana se hacía antaño también a la lumbre untándose luego bien con manteca o en su caso con tocino ya fuera cocido o asado. El pan casero alistano es otro de los manjares de Aliste cuya elaboración ayer recuperó y ofreció Latedo haciendo las delicias de los niños que pudieron descubrir el peculiar proceso de amasado de la harina de trigo en la artesa y el posterior cocido de las hogazas en un horno calentado a la antigua usanza: con leña. Las notas folclóricas las pusieron las gaitas, los tamboriles y las dulzainas de los folcloristas del Aulas de Música de Aliste y Tras os Montes.

La organización corrió a cargo de la Asociación "La Lagar" de Latedo con la colaboración del Ayuntamiento de Trabazos.

Suscríbete para seguir leyendo