Un alistano salvará la campaña de castañas con la recogida de 600 toneladas

La Raya de España (Aliste) y Portugal (Tras os Montes) salvará una incongruente campaña de recogida de castañas, –que muchos de los productores de tierras alistanas ya daban por perdida– gracias a la planta hispanolusa Castaña Trasmontana, regentada por el empresario alistano Carlos Pérez Rodríguez y ubicada en la freguesía de Riofrío en el concelho de Braganza.

Las previsiones es llegar a recoger y comercializar estos días 600.000 kilos de castañas o más si las hubiera: "vamos a recoger hasta la última castaña de Aliste para ayudar a las familias, mientras nosotros podamos ningún castañicultor que desee venderlas va a perder su producción" señala Pérez Rodríguez.

La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba una de las zonas más productoras de castañas de la provincia de Zamora, tanto en calidad como en calidad, abrió en octubre con preocupación e incertidumbre una extraña campaña marcada por la fuerte sequía del verano y las intensas lluvias de septiembre que dieron lugar a la aparición del hongo Mycosphaerella maculiformis (Socarrina del Castaño) que trajo consigo la caída prematura de las hojas y a su vez el aborto de los frutos cuando aún no se habían formado dentro de los pellizos.

Desde un primer momento se estimaron las pérdidas por los propios castañicultores alistanos entorno al 50% de la producción respecto a un año normal. La campaña de 2022 ya fue mala.

Aliste suele producir alrededor de 1,5 millones de castañas lo cual supondría bajar este año más de medio millón de kilos.

Tras un comienzo desolador en las castañas más tempranas, la cosa dio un giro total y los castaños más tardiegos, ya en noviembre, si dieron en muchos de los pueblos castañas de calidad y en cantidad. El problema surgía en la escasez de compradores foráneos, limitándose las ventas a los compradores locales para encargos asegurados: tiendas y magostos. Las selectas se llegaron a pagar entre 2 y 2,5 euros: "luego ya nadie venía ni a preguntar por ellas, los sacos se amontonaban en los corrales y ya temíamos perderlo todo" asevera Juan.

Los castañicultores alistanos daban por hecho que no iban a poder vender sus castañas. De hecho algunos incluso optaron por sacar los sacos a la calle "por si pasaba algún interesado".

La esperanza es lo último que se pierde y cuando ya se daba todo por perdido Carlos Pérez Rodríguez daba un paso al frente y decidía comprar todas las castañas que recogieran los castañicultores alistanos y trasmontanos.

Para afrontar la "Operación Castaña de la Raya" se han puesto en marcha cuatro furgonetas y carriñas que son las encargadas de salir a recoger las castañas por los pueblos, en las propias puertas de casa, ya que muchas de las familias además de la tercera edad carecen de transporte: "solo tienen que llamarnos y nosotros pasamos a recogérselas". Desde la planta agroalimentaria en Riofrío trailers de la compañía gallega Miño son los encargados de transportarlas hasta la fábrica de Galicia. En cada viaje se llevan 48 contenedores de 500 kilos cada uno: 24 toneladas; ya se recogieron y enviaron 240.000 kilos (diez trailers repletos) y en los próximos días se espera completar otras 400 toneladas.

Los precios están entre 1 y 1,5 euros, dependiendo de que las castañas estén seleccionadas o, lo que se lo mismo, sean más grandes o pequeñas. Se salvarían así en la Raya unos 750.000 euros.

En este caso concreto las castañas alistanas no van a ser destinadas al mercado de producto en fresco sino a otras dos alternativas: su selección para tostado y congelado para comercialización en supermercados de España, Francia, Suiza, Alemania o Inglaterra; y su molido para obtener una harina de castaña que tiene su mercado para los sectores de la cocina y la restauración tanto en Europa como América.

Carlos Pérez Rodríguez, un alistano de pura cepa, nació el 18 de marzo de 1949 en el barrio La Fuente de Alcañices y en 1961, con once años, cambio las tierras alistanas por el colegio de Los Legionarios de Cristo en Santander.

Tras cuatro años allí regresó, pero su padre no tenía medios para pagarle los estudios, por lo cual el día 15 de marzo de 1963 emigró a San Sebastián donde trabajo en un almacén de coloniales, hasta 1977 en que con sólo 24 años montaba su primera empresa en Rentería. El 30 de junio de 1997 abría el complejo de "La Chuca" en Sejas de Aliste y hace varios años la planta Castaña Trasmontana en Riofrío (Braganza) a solo seis kilómetros.

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