El Cordel Sanabrés revive la trashumancia con el paso de las vacadas

Los ganaderos trasladan las reses del valle del Tera a los pastos de Segundera

En la imagen principal, las vacas atraviesan el mercado de El Puente. En la columna derecha, distintos momentos del discurrir de la vacada por el Cordel Sanabrés. | Araceli Saavedra

En la imagen principal, las vacas atraviesan el mercado de El Puente. En la columna derecha, distintos momentos del discurrir de la vacada por el Cordel Sanabrés. | Araceli Saavedra / Araceli Saavedra

El Cordel Sanabrés recupera su esencia estos días con el paso de las vacadas hasta los pastos de la Sierra Segundera. La ganadería con 82 reses propiedad de Andrés Gago Centeno dejaba los pastos de San Juan de la Cuesta este sábado, jornada de reflexión electoral.

El destino es el paraje de Fuente Labade, una propiedad indivisa de los pueblos de San Juan de la Cuesta, Cervantes y Rozas. Los animales estarán desde finales de mayo hasta que el tiempo las empuje a bajar o, como fecha límite, Los Santos, el 1 de noviembre.

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas / Araceli Saavedra

A primera hora de la mañana se organizaba el traslado de los animales, a pie, y con el auxilio o la ayuda de vecinos y pastores ocasionales. Poco antes de las 10 de la mañana, la vacada pasaba al trote por la Plaza del Mercado de El Puente de Sanabria. En estos días son contadas las vacadas que están haciendo su paso por el cordel.

Andrés Gago anda delante "para que me sigan, porque se meten por cualquier rincón". Las Vacas "van nerviosas" porque ya barruntan que van a la sierra y el camino se lo saben. Tres días antes han estado recibiendo un premio de sal en su dieta para que en el momento que Andrés las llame "sigan mi voz". Y así ocurre porque es complicado pasar El Puente de Sanabria por la carretera y los coches, aunque el núcleo urbano está bastante tranquilo antes de las 10 de la mañana, cuando se produce el cruce.

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas / Araceli Saavedra

El pasto en la zonas bajas "está mal, y en la sierra no está tampoco muy bien" reconocía el propietario de las reses. Pese a ello no han adelantado la trashumancia comarcal (trasterminancia, no aparece en la RAE). Reconoce que está la cosa mal pero "todavía tenemos pasto y agua". En Salamanca o Cáceres está peor y hay ganaderos de la zona que bajaron los animales y los han vuelto a subir en camión, "les sale mejor pagar el porte que darlas de comer". En el trayecto van mirando las nubes y el cielo "va a llover" aunque tiene dudas porque llevan varios días anunciando lluvias en Sanabria y han sido aguas escasas.

El ritmo afloja por trayectos porque hay animales que están abocados a parir y no pueden ir al mismo ritmo que las vacas más ágiles. "Los terneros pequeños también se cansan", pero no se quedan atrás. Hay balance de bajas. El pasado año, el lobo le mató siete terneros. No suele sufrir bajas por el depredador pero se ha notado la presencia de una manada. "Yo solo los he visto una vez", reconoce el ganadero.

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas / Araceli Saavedra

Andrés procede de una familia ganadera, "cuando mi padre vino de Alemania compró las primeras vacas en Cuevas de Cabrera. Las vacas son inteligentes porque cuando iban a parir trataban de volver al lugar en el que nacieron. Una de ellas llegó a cruzar todos los montes y llegar a Cuevas. Otra parió en Escuredo, y "porque parió y ya no pudo llegar". Entonces una vaca costaba 7.000 pesetas, ahora el precio está más bajo –salvando la inflación de estas cuatro décadas- . "Valen poco porque hay ganaderos que están quitando vacas para poder dar de comer a las que están en producción".

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas

El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas / Araceli Saavedra

La vacada cruza Ilanes y llegan a Quintana. Ahí las vacas ya van casi solas. El grupo de vaqueros y pastores paran para un breve refrigerio.

Los animales trasponen Quintana pasando por Las Canteras, El Pinar de Quintana, Peña Bubela, Fuente de los Gallegos, las Campas de Ribadelago hasta llegar a la majada que en sus día compraron mancomunadamente los tres pueblos.

La compraron los vecinos que pastoreaban y pagaban un foro o un arriendo por los pastos de la sierra, propiedad de la Marquesa de Villachica, que en 1922 vendió prácticamente las posesiones de la sierra, como rememora Andrés, y que constata la documentación de la Sierra que gestiona la asociación de San Juan de la Cuesta.

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El Cordel Sanabrés revive con el paso de las vacadas / Araceli Saavedra

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