Los cerca de 170 animales de yeguada, de ellos 130 hembras adultas, comenzaron ayer el ascenso por el Cordel Sanabrés para completar, en poco una jornada, el trayecto desde los pastos de origen de Asturianos a Quintana, atravesando el antiguo itinerario pecuario.

La manada de yeguas trota paralela a la vía de Alta Velocidad y la autovía A-52 prácticamente desde que sale de Asturianos hasta que cruza el término de municipal de Palacios, la primera de las “etapas” del día para completar el recorrido hasta la Sierra de Porto. Habrá aún más obstáculos en el camino.

El reconocido corredor ecológico “legalmente” se topa con la trinchera de la línea del AVE es una infraestructura más que se ha sumado a la fragmentación del territorio sanabrés que llevada décadas cediendo terreno a las comunicaciones de larga distancia.

Dos jinetes guían a los caballos. | A. S.

El Cordel Sanabrés “nace” casi a un ciento de kilómetros de su meta final, en Benavente, aunque prácticamente ha decaído su uso para la trashumancia desde la Meseta y que en su día “prestó un gran servicio” a la ganadería extensiva. Carreteras y ferrovías sustituyeron el transporte de los animales. Hay datos no tan lejanos de su interés por conservarlos, como que en 1964 una Orden de la Dirección General de Ganadería insertada en el Boletín Oficial del Estado, aprobaba la clasificación de vía pecuaria necesaria en el término de Castronuevo de Arcos y especificando su anchura de 37,61 metros.

Desde la Edad Contemporánea es acusado el declive de largos recorridos aunque perviven “otros desplazamientos viarios más cortos, ya entre provincias o comarcas colindantes (trasterminancia), ya entre pastos y rastrojeras de un mismo término municipal” como recoge el BOE en una modificación de la ley del 23 de diciembre de 2009. Sanabria sube a los pastos de Alta Sanabria. El ganado de ovino de Aliste se retrasa aún unos días.

Los animales avanzan en su trayecto entre Otero y Triufé. | A. S.

En dos ocasiones la manada de yeguas cruza por los pasos elevados de la autovía A-52 en Asturianos y en Remesal, en el término de Palacios. Los cascos de los caballos retumban en el hormigón del paso elevado, parece que los animales han perdido miedo al mirar desde la altura los coches bajo sus patas.

El mayor peligro es el cruce por la nacional, pese a la preferencia del paso de la “Brea, Bea, Vrea o Vea” (acepciones sanabresas que no recoge el BOE pero sí recoge las denominaciones de azagadores, cabañeras, caminos ganaderos, carreradas, galianas, ramales, traviesas). La conducción del ganado sobre la carretera depende de los propios ganaderos y las personas que colaboran con ganaderos y pastores, en esta ocasión cuatro jinetes madrileños se han sumado a la marcha por la cañada. La Castellana de Madrid también es cañada.

Los caballos atraviesan un viaducto en su camino. | A. S.

El cruce de Remesal es un punto complicado que obliga a adelantar a un vehículo para retener el tráfico y evitar accidentes. Llegar a Remesal y seguir al trote por el camino a Otero de Sanabria es un alivio y un descanso obligado para que los animales coman en una pradera y descanse. Descanso que también aprovechan los caballistas y donde se comenta ese momento en que los animales “se han escapado”, pero sin más.

El pasado año la Guardería Medioambiental atendió su petición de limpiar la cañada en algunos tramos, como el que cruza esta zona de Remesal. Expresamente “damos nuestro agradecimiento” comenta uno de los hermanos Ovelar. El Cordel es bien de Dominio Público y su gestión depende de la Comunidad Autónoma quien debe garantizar las condiciones para su uso ganadero o usos compatibles.

Las yeguadas sanabresas cruzan la comarca y el Mercado de Sanabria amparadas por el BOE. Ahora falta terminar de limpiarlas y garantizar su uso público de Quintana para arriba.