El lobo vuelve a hostigar a los ganaderos de Sayago. Esta vez ha sido en Roelos donde el cánido mató a una veintena de ovejas.

Lo que no comieron los predadores, lo comieron los carroñeros: “había por lo menos 1.000 buitres cuando llegué”, asegura el pastor, Julio Pordomingo, que se llevó esta desagradable sorpresa en la mañana del pasado jueves.

Pudo encontrar los esqueletos de 18 ovejas, otras dos desaparecieron. Además, otros seis animales presentaban mordidas de lobo, tal y como certificaron los trabajadores de Medio Ambiente que evaluaron el siniestro.

Los lobos matan una veintena de ovejas y dejan seis heridas en una ganadería de Roelos Alejandro Bermúdez

Este es el segundo golpe que recibe este ganadero en lo que va de verano. El incendio de Roelos iniciado el pasado 15 de julio y que quemó más de 800 hectáreas, arrasó prácticamente con todos los terrenos en los que pastaban las ovejas de Julio. “He perdido el 80% de los pastos propios”, explica. Ahora, para mantener a su ganadería depende de las ayudas que envía la Junta en forma de alimentación animal. “Trajeron el primer cargamento hace dos semanas, y ya nos va tocando el segundo, esperemos que cumplan”, asevera.

Antes del fatídico incendio, el ganadero ya perdió otra parte de su rebaño a consecuencia del ataque de una rehala de perros de caza que salieron del territorio de un coto próximo, en el que había una batida. Entre unas cosas y otras, ya solo quedan unas cien ovejas en el rebaño de Pordomingo, de raza Castellana blanca. “Dicen que lo mejor para prevenir los incendios es la ganadería extensiva, pero se están cargando la ganadería extensiva, en Roelos solo quedamos tres con ovejas, y a mi me están dando ganas de quitarlas”.

Este ganadero también cría vacas de la raza autóctona Sayaguesa. “Lo malo es que si dejan de tener ovejas, los lobos empezarán a comerse los terneros, ya se han dado casos”; apostilla.