Con el santuario de Otero de Sanabria al completo se desarrolló ayer domingo la festividad de agosto dedicada a Nuestra Señora de los Remedios, patrona de Sanabria. Una fiesta de verano que permitió la participación de miembros de la Hermandad que no pueden participar de la romería del primer domingo de octubre.
Aunque sin la generosidad de una gran romería, pero con ambiente de fiesta mayor, comenzaban los actos centrales en el Santuario, oficiados por el párroco Agustín Rubio, pasada la una y media de la tarde. En la homilía Rubio invitó a poner “nuestra vida a la luz del evangelio y descubrir si realmente estamos viviendo conforme a nuestra fe”.
Apeló a “tomar conciencia de que es importante para nosotros vivir como cristianos y aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas”. A ello “nos enseña nuestra Madre la Virgen a la que llamamos de una manera especial, Nuestra Señora de los Remedios”. En santuario Mariano exteriorizó esa fe que “todos y cada uno vemos en María".
Hasta diez cargadores se relevaron bajo las andas de la Virgen vestida en blanco y oro. El coro de Otero acompañó a la patrona, y desde las filas se lanzaron los “vivas” a la Virgen de los Remedios cuando volvía a su trono en la nave.