El bordado carbajalino da la vuelta al mundo

La histórica y acogedora villa de Carbajales, capital de la Tierra de Alba, quiere preservar los valores de antaño, cultivándolos en el presente para que puedan conocerlos las generaciones venideras como herederas del rico legado que durante siglos les han dejado sus antepasados.

El Ayuntamiento, presidido por Roberto Fuentes Gervás, con la ayuda de los carbajalinos y carbajalinas, potenciará de manera permanente sus innumerables y variados valores endógenos, patrimonio material e inmaterial (cultura, radiciones y gastronomía) con vistas a convertir a la villa en un museo vivo y un atractivo a nivel turístico, social y comercial que contribuya a mejorar la calidad de vida del pueblo y de las familias.

Carbajales ha reabierto, con carácter permanente, el antiguo Taller de Bordados y Museo del Traje Carbajalino recuperando de nuevo la actividad tradicional con expertas y artesanas bordadoras del pueblo, facilitando así que, tanto estudiosos como turistas pueden acercarse hasta allí para conocer y disfrutar de uno de los grandes valores de la artesanía pura: el más peculiar emblema de la indumentaria rural tradicional de la península ibérica.

El traje carbajalino obtuvo el máximo galardón en el I Festival Folclórico de Baviera en 1985. Paño de Béjar, doradas lentejuelas catalanas de Barcelona y zapatos de Valencia que adquieren vida en Carbajales, puntada a puntada, para ser lucidos desde la procesión de la Virgen de Arboles a la primera dama de Chile o cada año al ser coronada la reina del Centro Castellano-Leonés de Buenos Aires.

Cultura pura y artesanía, que cautiva y enamora, son los bordados carbajalinos, un traje de mujer, joya única en el mundo, que estuvo presente en la boda real de Alfonso XIII en 1872 junto a la capa parda alistana, invitados carbajalinos y alistanos por el marqués de Alcañices, hombre de confianza del rey.

Gracias al apoyo del Patronato de Turismo de la Diputación de Zamora, el taller simultáneamente acogerá la Oficina Comarca de Turismo de la Tierra de Alba para dar a conocer a todos sus pueblos.

El Taller de Bordados y Museo del Traje Carbajalino abre sus puertas los siete días de la semana: de martes a viernes se podrá visitar de 16 a 20 horas, los sábados de 17 a 19 horas y los domingos solo de mañana, de 11 a 13 horas.

En 1937 se creaba el primer “Taller de Recopilación Artística” en Carbajales de Alba bajo los auspicios de Auxilio Social, siendo nombrada su primera directora la carbajalina Manuela Gómez. El edificio que hoy conocemos como Taller de Bordados en la calle Oro nació en 1941 y funcionó ininterrumpidamente hasta el 1 de enero de 1986. Tras cerrar sus puertas no volvería a abrir hasta el día 3 de junio de 1991 con períodos discontinuos, unas veces para bordar, otras para formar y otras para enseñar. El 4 de mayo de 2014 pasó a acoger el Museo del Traje Carbajalino, donde los vecinos y los foráneos pueden conocer las grandezas y los valores endógenos carbajalinos.

Los bordados carbajalinos fueron antaño el tesoro más preciado para las mujeres de la villa, nobles y plebeyas, llegado el momento de pasar de mozas a casadas: “El traje de Carlinda / costó cien reales / que pagaron los duques / a la Corrales / y el de la Teresa / primoroso en colores / a la guardesa”.

Así lo cuenta la copla pasada de padres a hijos, generación tras generación. Una historia cuyas primeras citas datan del siglo XV. De aquellas bodas carbajalinas a casorios ahora por todo el mundo.

Los bordados carbajalinos pasarán a formar parte en breve de los trajes de novia gracias a la apuesta de Ainhoa Salcedo, actualmente una de las diseñadoras de moda más importante de Castilla y León (Dedal de Oro 2018), cuyas creaciones son vestidas para ir al altar por mujeres de hasta 54 países diferentes. Una carbajalina de pura cepa, y a mucho orgullo, fiel a su orígenes, que cumplirá su sueño de ver a los bordados de su tierra en suscreaciones.

Oilda Casas Fernández está siendo la encargada bordar el primer vestido de novia con la artesanía más pura carbajalina, que ya va adquiriendo vida propia: brillantes colores sobre blanco celestial.

El maestro Herminio Ramos Pérez, tras estudiarlos a fondo sentenció: “El bordado de Carbajales es único en su esencia: lo es por la mágica atracción de su colorido y la sabía y equilibrada combinación de sus temas y sus colores. Su sola presencia atrae y su conjunto no se ha superado por ningún otro conjunto de nuestra geografía”.

Entre las apuestas del Ayuntamiento de Carbajales de Alba a corto plazo está la señalización de todos los valores patrimoniales de la villa. En cada uno de ellos se instalará el correspondiente panel informativo así como un código QR mediante el cual se podrá acceder a toda su historia, estampas e imágenes en 3D. Paneles informativos que se extenderán a todos los establecimientos de la villa.

Con un extenso y variado territorio, desde la sierra de Cantadores hasta el embalse del Esla (antiguo cauce del río Aliste), otra de las alternativas a potenciar será la práctica de senderismo y BTT. Para ello se podrán en marcha dos rutas, una de senderismo y otra para quienes opten por la bicicleta.

Tradición, cultura, patrimonio, paisaje y gastronomía conforman un conjunto de múltiples valores que convierten a Carbajales de Alba, los 365 días del año, en uno de los principales destinos turísticos de la provincia de Zamora