La Opinión de Zamora

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La central hidroeléctrica de Villalcampo seguirá produciendo más allá de 2024

El Ministerio de Transición Ecológica inicia los trámites para recuperar la presa y redactar un nuevo contrato de explotación para su licitación

Vista de la presa y el embalse de Villalcampo. | José Luis Fernández

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha iniciado los trámites destinados a que el Estado recupere el primero de los “saltos del Duero” cuya concesión administrativa caducará: el de Villalcampo.

Este embalse en el río Duero, entre las comarcas zamoranas de Aliste y Sayago, cuenta con dos centrales hidroeléctricas, Villalcampo I, con una potencia instalada de 96 MW, y Villalcampo II, con 110 MW, gestionadas en la actualidad por Iberdrola, empresa sucesora de la hidroeléctrica “Saltos del Duero” tras una sucesión de fusiones ocurridas en el siglo XX. De acuerdo con la ministra Teresa Ribera, el contrato de explotación de Villalcampo finaliza en octubre de 2024, a los 75 años de la entrada en funcionamiento de Villalcampo I (octubre de 1949).

Faltan más de dos años, pero el Gobierno acaba de dar el primer paso para para iniciar los procedimientos de extinción y reversión de estas instalaciones al Estado, de cara a realizar un nuevo concurso para la explotación de la presa y las dos centrales hidroeléctricas. Según argumenta el Miteco, tanto Villalcampo I como Villalcampo II forman parte “de los aprovechamientos estratégicos de la red eléctrica nacional, lo que hace necesario la continuidad en la explotación de las mismas, con la correspondiente concesión tras la caducidad de los derechos”.

Presa de Villalcampo. JAVIER DE LA FUENTE

Todo indica, por lo tanto, que Villalcampo seguirá produciendo energía más allá de 2024, aunque la redacción de un nuevo contrato que saldrá a concurso abre la puerta a que el Gobierno cambie las condiciones de su explotación. Además, el nuevo contrato deberá salir a concurso y varias eléctricas podrán competir por hacerse con la concesión de estas dos centrales hidroeléctricas del embalse zamorano en el río Duero.

El primer paso que ha dado el Ministerio que dirige Teresa Ribera es licitar un contrato de 895.409,55 euros (IVA incluido) para obtener soporte jurídico y técnico en el proceso de reversión de las instalaciones al Estado y en la redacción del nuevo contrato de explotación. El Miteco requiere a un equipo de letrados, ingenieros de caminos e ingenieros industriales, que tendrán una oficina en Valladolid para apoyar a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) en todo el proceso.

En primer lugar, el adjudicatario deberá analizar los expedientes administrativos relacionados con los aprovechamientos de Villalcampo I y Villalcampo II, y apoyar a la CHD en los diferentes trámites para su extinción, con valoración de la documentación técnica y jurídica aportada, preparación de informes y asistencia en las visitas a las instalaciones hasa la resolución de la extinción del derecho.

En segundo lugar, estos asesores de la CHD también tendrán que evaluar el estado de las instalaciones y elaborar un informe sobre todos los equipos existentes en Villacampo y su vida útil, tanto de las propias centrales como de todas las edificaciones auxiliares, conducciones, suministros, etc. Para ello deberán revisar toda la documentación que aporte Iberdrola y visitar las centrales para revisar todos los equipos.

En tercer lugar, el equipo de expertos prestará apoyo a Confederación para elaborar los pliegos de bases del concurso público para el nuevo aprovechamiento de Villalcampo I y Villalcampo II. Ese apoyo consistirá en identificar aquellos trámites que debe de realizar la CHD con carácter previo a la convocatoria del concurso, un análisis de la documentación técnica de los aprovechamientos, analizar los criterios de valoración de las ofertas y la solvencia de los participantes, preparar la documentación y ayudar en la gestión administrativa del propio concurso.

Parque eléctrico de la central de Villalcampo. EMILIO FRAILE

El nuevo contrato de explotación, según la documentación del propio Ministerio, tendrá en cuenta distintos criterios de viabilidad técnica, ambiental, de rentabilidad económica e impacto social “para garantizar el interés general en la continuidad de los aprovechamientos o en su desmantelamiento”.

Desde el instante en que se produzca la reversión hasta que se resuelva la nueva adjudicación, se valorará si el propio organismo de cuenca (la CHD) gestionará directamente la explotación de Villalcampo o si se tramitará una autorización temporal de explotación. Para ambas alternativas, el citado equipo de asesores preparará los instrumentos jurídicos que amparen la decisión a tomar.

En teoría, la reversión debería estar resuelta a finales de 2024 o principios de 2025, así como la redacción del pliego de condiciones del concurso para el nuevo contrato de explotación de Villalcampo, ya que la empresa que consiga el contrato para el asesoramiento técnico y jurídico a la CHD tiene un plazo de ejecución de 24 meses desde que finalicen su acuerdo con la Confederación. Las empresas interesadas en hacerse con ese contrato de 895.000 para prestar apoyo a la CHD pueden presentar ofertas hasta el día 16 de mayo, y las plicas se abrirán en la sede vallisoletana del organismo regulador de la cuenca los días 18 de mayo, 25 de mayo y 2 de junio.

Por otro lado, el mismo equipo deberá a comenzar a preparar también la reversión tres “minicentrales” hidroeléctricas en la cuenca del Duero, con una potencia instalada inferior a 1 MW, cuyos contratos de concesión caducan antes de 2030: la de Garrido, en Zarzuela del Pinar (Segovia), en el río Cega; Selga de Ordás, en Santa María de Ordás (León), en el río Luna y Mave, en Aguilar de Campoo (Palencia), en el río Pisuerga.

Primer “salto del Duero” cuya concesión caduca, pero no el más antiguo

La presa de Villalcampo, y la central hidroeléctrica Villalcampo I fueron construidas por la sociedad “Saltos del Duero”, que ideó un complejo sistema de embalses en los Arribes del Duero y sus afluentes Esla y Tormes. Las obras de Villalcampo comenzaron en 1942 y la central se puso en marcha en 1949. En realidad, esta fue la segunda presa del sistema construida por la empresa, que antes completó la de Ricobayo en el río Esla.

Saltos del Duero construía las presas a cambio de explotarlas durante 75 años, que en el caso de Villalcampo se cumplen en 2024. Aunque Ricobayo es más antigua, pues comenzó a producir 1935, en los años 90 el Gobierno amplió la concesión por 30 años más a cambio de la construcción de la central hidroeléctrica subterránea Ricobayo II, por lo que este contrató no caducará hasta el año 2040.

Entre 1946 y 1952 Iberduero –empresa resultante de la fusión de Hidroeléctrica Ibérica y Saltos del Duero– construyó el tercer salto en Castro de Alcañices (Fonfría).

Estos tres embalses de la provincia de Zamora, todavía gestionados por Iberdrola –empresa resultante de la fusión de Iberduero e Hidroeléctrica Española– fueron concebidos para funcionar como un único sistema de producción: Ricobayo actúa como el embalse regulador, almacenando agua en tiempos de abundancia para su uso cuando el mercado eléctrico lo demanda. En Villalcampo y Castro se deja fluir el agua y se turbina aprovechando la caída del salto, pero apenas tienen capacidad de almacenamiento.

La licitación de un nuevo contrato para Villalcampo abre nuevos interrogantes, ya que si su explotación recae en otra empresa eléctrica diferente, dos compañías distintas tendrían que colaborar en la gestión de este sistema de producción, pues Iberdrola seguiría gestionando las centrales Castro y Ricobayo, al menos hasta 2027 y 2040, respectivamente.

Tras los tres embalses zamoranos, Iberdruero construyó en los arribes salmantinos los saltos de Saucelle (1950-1956), Aldeadávila (1956-1963), y en el río Tormes el de Almandra (1963-1970), que al igual que el del Esla hace la función de embalse regulador.

Portugal, por su parte, hizo los embalses de Miranda, Picote y Bemposta en el Duero internacional.

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