Los quintos de El Pego volverán a “echar” las relaciones al gallo con su familia y todo el pueblo por testigo. Será el fin de semana del 4, 5 y 6 de febrero cuando doce jóvenes, de dos quintadas la de 2021 y 2022, protagonicen una fiesta emblemática y arraigada en esta localidad de La Guareña.

El debate y las dudas en torno a la celebración, debido a la alta incidencia del COVID, se ha saldado con una votación en la que finalmente, por mayoría, los quintos decidieron recuperar la tradición, siempre apelando a la prudencia y el cumplimiento de las distancias. “Después de dos años en blanco, la gente tiene ganas de recuperar la fiesta y, ante la incertidumbre de que la pandemia pueda ponerse peor, hemos decidido celebrarla en su día” apunta una de las jóvenes.

Alma García, Sheila Martín (capitana), Jorge López, Carmen González, Estefanía Riesco, Javier Gómez, Sara Muñoz, Noelia Noreña, Pablo Riesco, Julia Piedra, Antonio Riesco y Tomás Aparicio son los quintos que este año hacen historia como protagonistas de la ancestral Fiesta del Gallo.

La ceremonia de correr el gallo en El Pego tradicionalmente coincidía con la Virgen de las Candelas (2 de febrero), pero desde hace unos años se traslada al primer fin de semana de febrero con el fin de favorecer la asistencia y participación de muchos vecinos e hijos de a localidad que no viven allí.

Monumento a la fiesta del Gallo, en El Pego. N. R.

Antaño, cuando todo el mundo vivía en el pueblo, se respetaba la fecha del 2 de febrero. Con el paso de los años, la emigración y el progresivo despoblamiento conducen la celebración de las tradiciones y fiestas a los fines de semana, cuando no a los meses de verano, para garantizar la máxima participación y evitar la extinción.

De acuerdo con el programa ya cerrado, la fiesta de los quintos 2021/2022 comienza el viernes, 4 de febrero, con una macrodiscoteca, a las 00.30 horas. El sábado por la mañana tiene lugar la misa, a las 12.00, con protagonismo de los doce jóvenes que acuden ataviados con sus capas negras.

Los jóvenes apelan a la responsabilidad en tiempos de pandemia

Tras la comida con sus respectivas familias, a las 15.50 horas llega el momento más especial, cuando los quintos y quintas rinden cuentas ante el gallo subidos a lomos del caballo y por primera vez junto al monumento inaugurado el año pasado. Cada uno con su relación, preparada por familiares o amigos de las familias. A la habitual colaboración del periodista Luis Miguel de Dios, se suma la de Celestino, Diego Riesco que se la escribe a su hijo Pablo, Rafael o Estela. La quinta Estefanía Riesco se ha escrito su propia relación.

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La fiesta concluye el domingo cuando mozos y mozas “corren el chorizo” casa por casa pidiendo el aguinaldo a los vecinos para contribuir con los gastos del festejo.

“Es un orgullo ser quinto y echar la relación, es algo que vivimos desde niños y supone un momento muy importante porque hablas de tu familia, travesuras y cosas que te han pasado” resume Alma García sobre el sentido de la fiesta. Un ritual de iniciación que protagonizan mozos y mozas. Este año se juntan dos quintadas, ya que el año pasado solo había dos jóvenes y se decidió la unión con los de 2022.