Representantes públicos y de la sociedad civil de Zamora, León y Tras os Montes reclamaban ayer en un acto en Puebla de Sanabria la prioridad para la conexión entre Braganza, Sanabria y León para completar el corredor entre el norte de Portugal y el puerto de Gijón.

El acto, organizado por la asociación hispanolusa “Rionor” (Red Ibérica Occidental para una Nueva Ordenación Rayana) tuvo lugar en el parador de La Puebla y comenzó con una introducción de la vicepresidenta de la asociación, Raquel Calvo Linacero, y del alcalde de la villa y senador por la provincia de Zamora, José Fernández Blanco.

Entre las personalidades que intervinieron estaban la secretaria de Estado portuguesa para la Valorización del Interior, Isabel Cristina Ferreira; el alcalde de La Bañeza, Javier Carrera de Blas, que es presidente de la Asociación Autovía León-Braganza; el presidente de la Cámara Municipal de Vimioso, António Jorge Fidalgo; el vicepresidente de la Cámara Municipal de Braganza, Paulo Xavier; el procurador en las Cortes de Castilla y León por la provincia de Zamora, José Ignacio Martín Benito; y el presidente de la Asociación Amigos de Portugal en España, Martín Manceñido.

Esta conexión, que incluye la unión de Puebla con la frontera lusa en Riohonor de Castilla y Rio de Onor, no es una obra de interés para una comarca como Sanabria, sino que forma parte de un corredor clave para todo el noroeste de la península ibérica. Así lo expusieron en la ponencia “Necesidades estructurantes en el noroeste ibérico” Javier Callado Cobo, técnico en planificación estratégica y autor de varios ensayos, y la concejala del Ayuntamiento de León Teresa Fernández González.

El acto concluyó con un debate abierto a todos los participantes. Entre otras personalidades invitadas se contó con la directora del Centro de Ciencia Viva de Braganza, Ivone Fachada y el concejal de La Bañeza José Luis Riego Santos.

La carretera ZA-921 de Puebla de Sanabria a Rihonor es la alternativa menos sinuosa para conectar la villa sanabresa con Braganza, se trata de una carretera de la Junta de Castilla y León, igual que la alternativa ZA-925 por Calabor. El tramo español, entre Puebla y Rihonor, es de solamente 15,3 kilómetros, y la distancia total hasta Braganza es de 42 kilómetros.

La remodelación y modernización de la ZA-925 se viene reclamando de los años 90 del siglo XX, y no solo por los sanabreses, sino también por portugueses y leoneses dada su importancia para conectar esta provincia con Portugal. La reciente apertura el pasado verano de la estación de Alta Velocidad de Sanabria, en Otero de Sanabria, ha reavivado esta reivindicación.

La Alta Velocidad abre nuevas oportunidades al transporte intermodal y a la comunicación y cooperación transfronteriza, tal y como se destacó en varias ponencias de ayer que destacaron la importancia de la carretera a Rihonor en esa conexión, que enlaza la autovía A-52 con la IP2 portuguesa. La estrechez de la calzada de la ZA-921 y su trazado sinuoso constituyen un “cuello de botella” para el tráfico fronterizo y, por ende, para el desarrollo económico y social de la Raya luso-española.

El procurador socialista en las Cortes de Castilla y León por la provincia de Zamora, José Ignacio Martín Benito, repasó la espera para el arreglo de esta carretera, que se remonta unos 25 años, sin que la Junta de Castilla y León haya acometido las obras. El protocolo de colaboración entre las regiones de Castilla y León y la Región Norte de Portugal para reforzar la dinámica de cooperación interregional dentro de la oportunidad que supone la pertenencia a la Unión Europea se firmó el 24 de febrero de 1995. El 30 de junio de 1998 se firmó el protocolo entre la Junta de Castilla y León y la Comissao de Coordenaçao da Regiao Norte de Portugal para acordar la realización del estudio de conexión entre la IP4 en Braganza y la A-52 en Puebla de Sanabria.

Portugal en el año 2002, con la revisión del “Plano Rodoviario Nacional” incluyó la construcción de la IP2 de Braganza a la frontera española. El 27 de mayo de 2009 se procedió a la adjudicación del proyecto.

La Junta de Castilla y León incluyó la modernización de la ZA-921 en el Plan Regional sectorial de Carreteras de la Junta de Castilla y León 2008-2020, con una actuación prevista de 5,51 millones de euros, pero no se llevó a efecto.

El corredor entre Braganza y León tendría la capacidad para captar entre el 20% y el 40% del tráfico pesado que cruza actualmente la frontera de Verín y la de Fuentes de Oñoro, después de recortar en casi 70 kilómetros el trayecto entre Porto e Irún, lo cual representaría un significativo ahorro energético, y menor impacto ambiental del transporte de mercancías y viajeros.

Además, el itinerario León-Braganza es el último que queda por concretarse para la conexión entre la A4 (Porto-Vila Real-Braganza) y las vías españolas A-231, AP-1, A-8 (León-Burgos-Vitoria-Irún).

Las mejoras de comunicaciones en esta zona de la Raya han sido objeto de diversos encuentros entre las administraciones españolas y portuguesas. El 9 de enero de 2019 la Junta de Castilla y León dio la orden de estudio para los proyectos sobre la carretera, y el 4 de marzo de ese año se anunció la firma de un memorando fruto del acuerdo alcanzado en Braganza entre la Junta de Castilla y León y la Cámara Municipal de Braganza para la realización de un estudio técnico que valoraría posibles soluciones para la materialización de una variante a su paso por Rihonor sin atravesar el casco urbano.

El estudio previo de mejoras en las comunicaciones entre Puebla y Braganza data del 26 de febrero de 2021, realizado por un técnico de la Dirección General de Carreteras e Infraestructuras de la Junta de Castilla y León. Este estudio plantea varias alternativas, con unos costes totales durante 30 años de entre 66 y 134 millones de euros, dependiendo del trazado.

El 8 de julio de 2021 el consejero de Fomento, en respuesta a una pregunta parlamentaria, informaba de que se tiene previsto acondicionar la ZA-921 con una inversión estimada en la orden de estudio de 4,6 millones de euros, importe que se concretaría una vez aprobado el proyecto de construcción, que ya estaba adjudicado, con un plazo de ejecución hasta 2022. Sin embargo, la orden de estudio se modificó el pasado 7 de septiembre rebajando el presupuesto estimado hasta los 2,1 millones de euros.

El presupuesto consignado por la Junta de Castilla y León en sus presupuestos de 2022 para esta carretera es de 10.000 euros, aunque tiene previsto invertir 50.000 euros en 2023 y la mayor inversión, de dos millones de euros, en el año 2024. El pasado mes de noviembre, en una visita a Puebla de Sanabria, el presidente Alfonso Fernández Mañueco se comprometía a construir una vía “de características similares a la portuguesa”, con una plataforma de 12 metros de ancho.

AVE, autovías y banda ancha para lograr una frontera más permeable en el sur de la UE

El consejo rayano “Rionor” apuesta por la creación de infraestructuras ferroviarias, de carreteras y digital para asegurar el intercambio entre la población de ambos lados de la frontera hispanolusa. Todas las fronteras de la Unión Europea suelen ser áreas de prosperidad y oportunidad, lo que contrasta con la situación de la Raya entre Tras os Montes y Castilla y León, una de las zonas más deprimidas económicamente de la península y una de las áreas más despobladas de toda la Unión Europea.

Desde los primeros consejos rayanos, celebrados en el año 2017, los agentes implicados en Rionor han rechazado “el fatalismo de la condena, el empobrecimiento y la asfixia económica”. Por ello, apelan a todos los ciudadanos y organizaciones de ambos lados de la frontera a unirse a la asociación para forzar a los políticos portugueses y españoles a implementar las infraestructuras prometidas.

En los últimos cuatro años Rionor ha pedido medidas como el establecimiento de rutas regulares de transporte de viajeros entre Braganza, Puebla de Sanabria y Zamora para que se pueda hablar con propiedad de una euro-ciudad más, medida que nunca se implementó.

El tren de Alta Velocidad ha llegado a Sanabria, pero los vecinos del Concejo de Braganza carecen de transporte público para acercarse a la estación, o volver de esta a sus hogares. Por lo tanto, “es necesario crear infraestructuras que garanticen la movilidad de personas y mercancías entre los dos lados de la frontera, única forma de fomentar y profundizar la cooperación transfronteriza”.