Villalpando vive un puente que, a pesar del frío, huele a agosto debido a la gran cantidad de personas que han acudido para disfrutar de las dos jornadas taurinas que clausuró ayer el toro “Caballero”, el VII Toro de la Purísima, en una tarde sin heridos, aunque sí arreó un buen susto a un mozo que se refugió del bóvido en la jardinera del olivo que hay en el centro del ágora.

El festejo, organizado por Astauvi en colaboración con el Ayuntamiento de Villalpando, terminó juntando en la plaza a los cuatro toros y cuatro vacas que a lo largo del domingo y del lunes han sido el centro de las miradas de miles de vecinos y visitantes llegados de distintos lugares de España.

Mañana, Villalpando y los otros 12 pueblos de la tierra inmaculista renovarán su Voto ante el nuncio apostólico.

“Caballero” pasea su señorío por la Plaza Mayor de Villalpando