Villalpando y los 12 pueblos de la tierra de la Inmaculada renovarán el próximo miércoles, como cada 8 de diciembre, su Voto de Villa. Estos pueblos terracampinos se convirtieron en 1466 en el primer lugar del mundo que defendió que María había nacido sin pecado original, inmaculada, algo que no se convertiría en dogma de fe para todos los católicos hasta cuatro siglos más tarde, en el año 1854.

La renovación del Voto de 2021 será especial porque los actos litúrgicos estarán oficiados por el nuncio apostólico del papa Francisco en España y Andorra, Bernardito Auza, oriundo de Filipinas, que ocupa este cargo desde el 1 de octubre de 2019. También asistirá el obispo de la Diócesis de Zamora, Fernando Valera Sánchez.

Esta visita se produce por dos motivos, el primero que la Diócesis acaba de inaugurar el año jubilar que conmemora el IX centenario de la restauración de la Diócesis de Zamora bajo el lema “Raíces con esperanza”: “queremos reavivar las raíces de nuestra fe y entre ellas está este hecho singularísimo de nuestra diócesis que es el voto de Villalpando”, explicaba ayer el párroco de la villa terracampina, Javier Fresno, acompañado del obispo de Zamora., Fernando Valera.

El segundo motivo que justifica esta visita es una tradición por la cual los nuncios apostólicos en España, durante el primer año de su ministerio, acuden a la renovación del Voto Inmaculista de Villalpando y su Tierra, una costumbre que comenzó en 1954 cuando el nuncio Ildebrando Antoniutti canonizó la imagen de María Inmaculada de la iglesia de Villalpando.

Igualmente, los obispos de Zamora suelen asistir a Villalpando en el primer año de su ministerio, y Fernando Valera comenzó este ministerio el 12 de diciembre de 2020, por lo que el próximo miércoles será la primera vez que celebre el día de la Inmaculada Concepción como obispo de Zamora.

La misa oficiada por el Bernardito Auza será a las 12 horas en la iglesia de San Nicolás, el mismo lugar en el que vecinos de los 13 pueblos juraron por primera vez el Voto Inmaculista el 1 de noviembre de 1466. A continuación, la imagen de María Inmaculada procesionará por las calles de Villalpando, y se finalizará con un auto sacramental en el que se escenificará la renovación de ese voto.

Los católicos de la Diócesis de Zamora están invitados a unirse al voto inmaculista en sus respectivas parroquias el día 8 de diciembre. De hecho, a las 12 en punto, la hora del Ángelus, habrá un repique de campanas simultáneo en medio centenar de pueblos de la diócesis zamorana.

“La Inmaculada Concepción de María ocupó un debate en la Iglesia durante muchos siglos, nos queda muy lejano y puede costarnos entenderlo hoy día. El debate vivo no es si la Virgen es inmaculada o no, eso ya está claro. El debate vivo es saber que María es nuestra patrona, nuestra intercesora, y además eso es, como decía San Maximiliano Kolbe, el destino de la historia, el destino de la humanidad es la Inmaculada Concepción”, afirmó Fresno.

Un recuerdo para el papa Francisco de su amigo misionero natural de la villa zamorana

Tras su llegada a Villalpando está previsto que Bernardito Auza visite el Ayuntamiento, donde la Corporación Municipal que preside Félix González Ares le tiene preparado un obsequio para su Su Santidad el papa Francisco.

Se trata de un recuerdo de un villalpandino que fue un buen amigo de Jorge Mario Bergoglio: el misionero Leoncio Herrero Núñez. Nacido en la villa terracampina el 1 de abril de 1929 y se convirtió en misionero del Sagrado Corazón de Jesús, con destino en Buenos Aires, donde se dedicó a educar a los niños de las zonas más desfavorecidas en la ciudad.

Leoncio Herrero Núñez. | L. O. Z.

En 1958 fundó el Instituto de Nuestra Señora de Fátima en Villa Soldati, uno de los barrios más pobres de la capital argentina. Más tarde, Bergoglio sería obispo auxiliar de Buenos Aires en esa zona de la diócesis y conoció de cerca la labor del misionero villalpandino en Villa Soldati.

“Ha venido a menudo a la parroquia y a la escuela. Aprecia mucho el trabajo que realizamos con los niños pobres y siempre me decía que había que darles educación para evitar que fueran a escarbar en la basura o a limpiar los cristales de los coches. En todo esto ayudaba y a mí me animaba mucho para que continuara con la labor de la escuela, porque sabía que la mejor manera de sacar a la gente de la pobreza era a través de la educación”, explicaba el propio Leoncio Herrero en una entrevista concedida a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en marzo del año 2013, redactada por la periodista Beatriz Blanco García y publicada en varios periódicos de Prensa Ibérica.Esa misma entrevista, y una fotografía de su amigo villalpandino, serán entregadas al nuncio apostólico con la esperanza de que lleguen a manos del papa Francisco.

El aprecio de Bergoglio por Leoncio Herrero se mantuvo después de que el argentino aterrizara en el Vaticano. “Se que Leoncio está mal. Si llegás a verlo dale mis saludos, mi bendición y sobre todo un gracias muy grande en nombre de la Iglesia por todo lo que hizo... y no se te olvide de darle una caricia en la frente”, fueron las palabras que el papa transmitió a un amigo en común en el año 2015, cuando el villalpandino había enfermado, según publicaba el diario argentino Clarín en el obituario dedicado al español.

Leoncio Herrero trabajó durante más de medio siglo para dar un futuro más próspero a los niños de Villa Soldati. El instituto comenzó con 33 alumnos sobre un descampado antes ocupado por un basurero, y a la muerte del misionero contaba con más de 2.500 estudiantes en sus niveles inicial, primaria, primaria de adultos, secundaria y terciario.

También era muy querido en su pueblo natal, y tras su fallecimiento en el año 2015 el Ayuntamiento acordó dedicar un parque a este hijo ilustre de la villa. Hoy en día el parque ubicado entre la carretera Madrid-Coruña y la carretera de Villalpando se llama “Parque Padre Leoncio” y cuenta con un monolito y una placa en homenaje al héroe de Villa Soldati.