“Estamos sembrando menos cereal”, resume el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Zamora, Antonio Medina, sobre la situación que se repite en los campos de la provincia ante el aumento del precio de los suministros.

Los cereales, que llevan semanas aumentando su cotización en la lonja hasta precios históricos, resultan no ser rentables a pesar de todo. “Los costes de producción han subido un 80%”, calcula el presidente de Asaja, que explica que en las explotaciones esto ha significado reducir la extensión de cereal y remplazarlo por leguminosas o girasol.

Lo que diferencia a estos dos últimos grupos de cultivos del cereal es que no precisan el uso de abono mineral para su producción: el nitrosulfato amónico supera los 600 euros la tonelada, “casi triplica el coste del año pasado”, aqueja el agricultor Jesús Deza, cuya explotación cerealista de Tierra de Campos ha sustituido al menos un 20% de la producción total por girasol. “Todos hemos intentado reducir hectáreas”, relata. Por su parte, Medina asegura mantener solo un 30% de cereal, el resto lo ha dedicado a leguminosas, girasol o barbecho. “Como ha subido tanto el mineral la gente ha pasado de sembrar un 70% a reducirlo a un 30-40% como mucho”.

Precios históricos

Los costes de producir cereal aumentan día a día, igual que su precio en lonja. Desde septiembre hasta hoy, el trigo blando ha experimentado una subida de 52 euros la tonelada y la cebada y la avena 54 euros. Pero la subida es continuada. Respecto al año pasado, la lonja de la primera semana de noviembre de 2020 marcaba el trigo blando en 184 euros la tonelada, la cebada a 164 euros y la avena a 157 euros: esto supone un incremento interanual de 96 euros en el trigo blando, 106 euros en la cebada y 85 euros en la avena. El maíz se ha encarecido en 90 euros desde el mismo periodo de 2020, y la tonelada de girasol ahora cuesta 185 euros más. “Sube mucho la burbuja y cae de golpe”, augura Medina sobre un posible descenso de los precios que en caso de suceder dejaría a los agricultores “en la estacada” . A los costes de producción se le suma el miedo a que los precios se desplomen de repente.

“Somos deficitarios, España tiene que importar de entre 10 a15 millones de toneladas de cereal para abastecer la ganadería cada año”, señala Lorenzo Rivera, presidente de Coag Zamora. Este cereal que procede de fuera “impone los precios”, actualmente, por encima de los 280 euros la tonelada en el caso del trigo.

El principal afectado resulta ser el sector ganadero. “Esta situación pone en peligro la viabilidad económica de las explotaciones”, alerta Rivera, para el que la “solución” es que “repercuta en el precio de la carne y de la leche”, y ejemplifica que esta última conlleva unos gastos de producción de 40 céntimos el litro, con un precio en origen de 34 céntimos. “Está fatal”, concluye sobre el bovino, situación que se repite en el porcino blanco. “Hay un problema serio”, coincide Aurelio González, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores de Zamora (UPA), que también prevé desabastecimiento de cereales para la ganadería.

En vacuno de carne, los gastos de pienso se han incrementado un 80% respecto al año pasado según las cuentas del ganadero Marcelo Mozo de su explotación en Sayago. “Lo que pasa es que los costes no compensan. Ahora mismo estamos sacando lo que producimos para mantener”, explica sobre su caso particular. Él también siembra cereal pero solo para autoconsumo de su ganado. Este año no echará abono mineral, “para rentabilizar hay que llegar a los 8.000 kilos de forraje por hectárea y en Sayago el promedio es de 4.500”.

Los profesionales coinciden en que el futuro de la ganadería y la agricultura se pone en entredicho ante esta coyuntura, un porvenir que pone en riesgo el entramado de empleo rural.

L.O.Z. L. O. Z.

Semillas, fertilizante y AdBlue, al borde de la carencia

“Falta fertilizante” , sugiere Medina sobre un posible motivo del encarecimiento de esta materia imprescindible para la producción agrícola, sin el que las cosechas pueden descender hasta en un 50%. Anuncia que actualmente en las cooperativas hay que esperar varios días para obtener el pedido de abono mineral. “Ahora no es la época”, recuerda el representante de Asaja que advierte que a partir de febrero y durante la primavera se estima que los 600 euros por tonelada se encarezcan aún más. Fuentes del sector estiman que la subida puede recabar en los 1.000 euros durante la máxima demanda. “Los fertilizantes se han encarecido un 150%”, anuncia Rivera, situación desencadenada por el cierre de factorías en toda Europa y América “tendremos escasez en primavera”, coincide con Medina. “No hay a penas competencia, pueden hacer lo que quieran con los precios, a quienes hace más daño es a los agricultores”, recrimina el representante de Asaja en Zamora. Otros suministros también se han encarecido, como las semillas, los herbicidas y los combustibles y electricidad, necesarios para mantener las naves calientes y con el aire depurado o para el regadío y los pozos de sondeo. “Puede haber problemas con el AdBlue”, añade González sobre este aditivo para tractores de obligado uso para suavizar la contaminación que produce la maquinaria. “Muchos tractores modernos no funcionan si no lo incorporas, si hay desabastecimiento, se para la maquinaria”, advierte el agricultor, que pide medidas para el control de los costes energéticos como una medida urgente para ayudar al sector agrario y ganadero ante esta crisis y añade que “los agricultores pagan el término de potencia todo el año, pero solo lo usamos solo seis meses, necesitamos una factura flexible”. Ante la dificultad de mantener la producción, las críticas al nuevo modelo de la Política Agraria Común (PAC) sugieren que no es el momento de sacrificar cantidad por materia prima ecológica. “Quiere más verde y menos alimento, en mi opinión es meter la pata, que nadie piense que Francia dará a España o viceversa cuando haya escasez”, advierte Medina sobre las consecuencias que puede acarrear la nueva PAC en su opinión en el contexto actual.