De la verde ribera del río Aliste al calor del desierto del Sáhara. Un equipo de alma zamorana ha completado la prueba de supervivencia Stade Race “Titan Desert”, una prueba de aventura de élite por uno de los lugares más inhóspitos del mundo, se trata de “Sin límites a la vista”, cuyo alma mater es un invidente.

Tras 18 mes sin pisar su país de origen a causa de la crisis sanitaria global de la pandemia del Covid-19, la Titan Desert regresó de nuevo a Marruecos con 425 participantes para recorrer, entre el 10 y el 15 de octubre, 639 kilómetros, distribuidos en seis etapas con más de 7.500 metros de desnivel acumulado.

Se trata de una prueba de mountain bike por etapas dirigida a los aficionados a la bicicleta de montaña y deportistas de élite que quieren superarse y vivir una experiencia única. Por ella han pasado grandes e ilustres como Miguel Induráin, Cadel Evans, Roberto Heras Fernando Alonso y Claudio Chiappucci, .

Se trata de una cita donde prima la orientación y la resistencia a través de los paisajes más increíbles de Marruecos: infinitas llanuras desérticas, dunas y montañas impresionantes. La convivencia de todos los participantes en el mismo campamento y en las mismas condiciones crean vínculos de gran amistad y solidaridad entre todos ellos.

La denominación de “Sin limites a la vista” del grupo alistano fue elegido por el líder del grupo, Javier Vaquero Rivera, nacido en Gallegos del Río el día 9 de agosto de 1974, que padece glaucoma congénito: “Como no veo nada no me pongo límites”, afirma. Desde niño sufría graves problemas de visión que iban a peor y ello le obligó a ingresar con 10 años en el colegio especial Antonio Vicente Mosquete la ONCE, en la ciudad de Madrid. En 1992 participó en natación como paralímpico en las Olimpiadas de Barcelona. Con 23 años se quedó totalmente ciego y desde entonces tiene como compañero inseparable a Axel, un perro guía “labradoodle”, cruce de las razas labrador y caniche (poodle en inglés).

Como guía de “Sin límites a la vista” está su sobrino, natural de Trabazos, aunque nacido en Salamanca el día 31 de diciembre de 1990. Ingeniero de caminos de profesión, actualmente reside en Madrid trabajando como jefe de obra en la empresa zamorana Tecozam. El pasado día 15 de agosto, como preparación para la Titan Desert, el joven recorrió en un sólo día los 65 pueblos de Aliste en plena ola de calor.

Cada uno de ellos sólo ha podido llevar una caja de metal de 45 centímetros de ancho, por 35 de alto y 80 de largo, para poder llevar el material necesario para las seis jornadas. Además no pueden recibir ayuda mecánica ni de fisioterapia, excepto de cualquier otro participante, tanto dentro como fuera de la Titan Desert: no se permite la cesión de piezas unos a otros.

Morán y Vaquero entre las dunas del desierto del Sáhara. | Cedida a Ch. S.

La primera etapa de 100 kilómetros por Boumalne Dades discurrió por puertos, pasos, cañones y una dureza que puso a prueba a los participantes. El lunes se recorrieron casi 130 kilómetros con más de 2. 600 metros de desnivel desde Boumalne Dades a Ait Yahya. Con la tercera etapa entre Ait Yahya y Tafraoute se dejaron atrás las montañas y se entró en una zona mucho más desértica en el primer contacto con arena y navegación.

El miércoles el recorrido fue de 130 kilómetros durísimos desde Tafraoute a Erg Chebbi, una de las zonas más representativas de Marruecos y que, con una longitud de 28 kilómetros de norte a sur y 5 kilómetros de anchura, les recibió con dunas de hasta 150 metros de altura.

El jueves tenía lugar la quinta etapa de 107 kilómetros y 749 metros de desnivel con salida y llegada en Erg Chebbi. Ayer viernes finalizaba la Stade Rada “Titan Desert” 2021 con un recorrido más corto, de 74 kilómetros, desde Erg Chebbi hasta Maadid.

Javier Vaquero Rivera se muestra ilusionado tras finalizar cada etapa en el desierto del Sahara: “La primera etapa de con 102 kilómetros era nuestra prueba de fuego con bastantes subidas y bajadas, bastante duro. Alrededor del kilometro 90 tuve un poco de debilidad, pero llegué a meta, y muy bien. Llegamos a meta en el puesto 239 de alrededor de 400 y fuimos primeros en tándem. Está siendo una experiencia muy dura pero a la vez maravillosa y cada día me acuerdo de toda mi familia, de todos los que me apoyan y confían en mi, de Aliste y los alistanos”.

José Morán Vaquero sentencia: “Esto es una locura y no da tiempo para nada. Hemos tenido unas etapas de una dureza extrema, hay que dar muchas pedaladas, sacrificarse, pero merece la pena vivir esta experiencia y esta aventura aunque sólo sea una vez en la vida. En algunos tramos hemos pasado por zonas bastante peligrosas bordeando grandes barrancos. Daban un pozo de miedo y preferí no decirle nada a mi tío hasta que no las habíamos pasado para que no se agobiara”.

Antonio Morán Rivas, que hace la ruta en bicicleta como personal de apoyo autorizado por la organización de Titan Desert, al contar “Sin límites a la vista” con una persona invidente, asevera que: “Tanto Javi como José están aguantando muy bien a pesar de la dureza y los largos recorridos. Cuando desfallecemos un poco yo les animo a ellos y ellos a mi, y de esta manera nos fortalecemos para seguir”.

Los tres coinciden en señalar que “estamos viviendo una experiencia única, pero no sólo por los recorridos, sino también al llegar al campamento donde nuestra aventura continúa con unos servicios premiun aunque a la vez vivimos como auténticos nómadas del desierto del Sahara: Nos relacionamos unos con otros y surgen lazos de amistad y convivencia”.

Los tres alistanos dedican la Stade Rade Titan Desert a todas las victimas de la pandemia del Covid-19 y a cuantas personas y profesionales ha ayudado a luchar contra ella.