Los ancestrales pastores alistanos, sedentarios y trashumantes, y sus rebaños de ovejas de pura sangre castellana “han sido parte imprescindible en la historia y aconteceres de la tierra alistana durante siglos, cultivando un patrimonio que debemos mantener. Nunca perder, transmitiéndoselo a hijos y nietos para que las nuevas generaciones conozcan sus orígenes así como los de sus pueblos y se sientan orgullosos de ellos”.

Esta fue la conclusión unánime, con tintes de sentencia alistana, de la emotiva y animada jornada vivida ayer en el mágico entorno de la Sierra de la Culebra en Riofrío de Aliste dentro del día grande de sus fiestas patronales de la Virgen del Carmen. Tozalfreno, uno de los parajes más emblemáticos de Riofrío, con sus “pariciones” (corrales de pastores) fue el lugar elegido para rendir tributo y memoria a la vida pastoril. El corral fue recuperado en el año 2000 por el Ayuntamiento dentro de la iniciativa Leader II de Adata con fondos de la Unión Europea.

Detalle de la exposición con piezas pastoriles. | Ch. S.

El Ayuntamiento está poniendo en valor el museo “Casa de los Carochos” y a su vera la vida campesina rural relacionada con la tradición y las mascaradas, con el apoyo de la Diputación de Zamora que colabora para abrir el centro a los visitantes. Hablar de vida pastoril y es hablar de los pueblos y de Carochos, Diablos y Cencerrones cuyo su elemento más peculiar son precisamente las cencerras de las ovejas cedidas por los pastores.

El “Corral de Pastores” de Tozalfreno ha acogido una muestra de la vida pastoril gracias al Ayuntamiento y pueblo de Riofrío, a la asociación “Camino del Sol” y a la Plataforma en Defensa de la Arquitectura Tradicional de Aliste. Allí se pudieron admirar las tradicionales mochilas de cuero donde los pastores y zagales se llevaban al campo la “merienda” compuesta por un trozo de pan y otros de tocino o chorizo y la bota de vino para acompañar.

La capa parda alistana fue protagonista con sus paños pardos de lana de oveja castellana negra. Compañera ella inseparable del pastor sedentario y del trashumante durante las cuatro estaciones del año, contra la lluvia, la nieve, el viento y el frío. Una prenda que junto al “tapabocas” lo mismo hacía de manta que de colchón.

La “carrancas” que se ponían a los mastines para protegerlos de ser agajados por los lobos (mordidos en el cuello) llamaron y mucho la atención con sus imponentes puntas metálicas a las nuevas generaciones y gentes de fuera que no las conocían. También se mostraron desde las tijeras de esquilar al vestuario de hombre y mujer del oficio, cayatas de negrillo, así como un elemento característico para las ovejas: las cencerras, que en Año Nuevo portan los Carochos.

Jornada pastoril en Riofrío de Aliste Ch. S.

La jornada culminó con los “Cuentos de Lana y Lobos” a cargo de Esmeralda Folgado natural de Abejera de Tábara, con sus historias y relatos de antaño.

Uno de los elementos más importantes del patrimonio etnológico de Castilla y León lo constituyen los “corrales de pastores” del entorno de la Sierra de la Culebra localizándose históricamente la mayor parte de ellos en este municipio donde llegaron a existir 189: 66 en Sarracín, 64 en Abejera, 42 en Riofrío y 19 en Cabañas, demostrando la importancia de la cabaña de ovino y su contribución a la vida social y económica de la comarca alistana donde prácticamente todas, más o menos, las familias tenían ovejas.

Una de sus peculiaridades, propias de la serranía, es la cubierta hecha con ramas de urces (brezo) la cual según los pastores más longevos hoy ya nonagenarios: “había que cambiar cada diez años y durante esa década para evitar las goteras añadir nuevas ramas allí donde fuera necesario cada otoño”. La Corporación Municipal de Riofrío solicitará de nuevo a la Junta la declaración oficial de los “Corrales de Pastores” del municipio como Bienes de Interés Cultural (BIC) en la categoría de “Conjunto Etnológico” porque “Constituyen en su conjunto y a nivel individual un elemento de identidad cultural para la comarca de Aliste y para todos los alistanos”.

Una persona observa el exterior del corral de pastores. | Ch. S.

Según manifiesta el concejal José Miguel Blanco González: “buscamos con la declaración su protección y fomento, para que todos los ciudadanos puedan contemplar y disfrutar de los elementos singulares de estos paisajes con el convencimiento de que con su conservación se facilita el acceso a la cultura; Riofrío y sus vecinos tenemos un compromiso con mantener nuestras tradiciones y nuestro patrimonio”.

La iniciativa ya cuenta con el respaldo oficial (informe favorable) de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León desde el día 17 de febrero de 2004.

La vida pastoril recobró ayer la vida en Tozalfreno reivindicando su legado humano e histórico.