La concentración parcelaria en Asturianos está parcialmente paralizada por la demanda interpuesta entre particulares que propició un auto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla. La parte demandada ha contestado que las fincas objeto de reclamación –unas 17 según el demandado A. O.– fueron vendidas en un primer contrato de compraventa el año 1965 por los hermanos P.B. a J. L. que , desde entonces, las poseyó de forma pública, pacifica e ininterrumpida. Y con posterioridad fueron adquiridas por el actual propietario.

En el año 1965 y en la localidad de Puebla de Sanabria se celebró un contrato privado de compraventa entre los hermanos P. B. y el primer comprador, que pagó 40.000 pesetas, 240 euros actuales, entregándosele cédula de propiedad en la que aparecían recogidas las fincas reclamadas en este litigio. Así, en dicho documento, se describen una relación de fincas claramente identificadas a nombre de los pagos. El propietario inscribió algunas de las fincas en el Registro.

Las fincas fueron adquiridas a los herederos del primer comprador J.L., en 2011, por A.O. mediante Escritura de compraventa y aportada al proceso de concentración parcelaria que se ha prolongado durante 35 años.

La parte demandada precisa que es cierto que las fincas pertenecieron por herencia de su padre a los hermanos P. B. pero que vendieron todas las fincas que se encontraban en el término municipal de Asturianos. Y con posterioridad los herederos se las vendieron mediante contrato de compraventa privado, entre 2011 y 2018, al actual propietario, justificándose así la posesión publica, pacifica e ininterrumpida de las mismas desde el año 1965 (más de 50 años).

Las fincas que reclama la actora en relación con el proyecto, subraya la contestación a la demanda, “ni son de su propiedad ni lo han sido nunca ya que, tal y como se justifica, fueron transmitidas” en el año 1965 “y por tanto, las mismas no pudieron formar parte ni de los bienes hereditarios de ésa última tras su fallecimiento en el año 1997, ni tampoco pudieron ser adquiridos por su heredero universal, su hermano J.P., padre de la hoy actora”.