Agosto se acerca y el turismo alcanza su máximo apogeo. Otro verano más, Villardeciervos se postula como uno de los destinos turísticos más apetecibles de la provincia de Zamora. Considerado conjunto histórico-artístico, el municipio carballés cuenta con innumerables lugares de obligada visita. Dentro de su belleza, el Ayuntamiento de la villa cervata ha querido resaltar la gran variedad de balcones a través de un juego.

El Juego de los Balcones propone a los turistas reconocer cuarenta balcones durante un paseo por el pueblo. El juego se hace con un plano disponible en la oficina de turismo del municipio. El folleto incluye un mapa que indica con un número la localización de cada balcón. El turista, durante el paseo, debe asociar cada número con la foto del balcón. Para comprobar las soluciones, cada folleto cuenta con un código QR que enlaza con la web de la oficina de turismo del municipio.

Al estar distribuidos por toda la villa, el turista realiza una visita casi completa por el pueblo. Se trata así de una nueva manera de hacer turismo, alejada del típico paseo monótono y centrado en una visita más dinámica.

El juego cuenta con una gran variedad de balcones, elaborados en hierro y madera y decorados de diferentes formas. El máximo ejemplo es la famosa ‘Casa de los siete balcones’, conocida y caracterizada por la variedad de balcones que adornan su fachada. Otros ejemplos reseñables presentes en el juego son los balcones de la propia oficina de turismo o los de la antigua casa de Rafael Romero.

La organización de la actividad corre a cargo del Ayuntamiento de Villardeciervos y de la oficina de turismo del municipio y ha sido financiada íntegramente por la Diputación de Zamora en su área de juventud. José Luis Peñas, encargado de la oficina, reconoce que “mucha gente está realizando la actividad, ya que vienen a la oficina de turismo a por un plano del pueblo y deciden coger el folleto del juego”. “Muchos preguntan por los lugares más curiosos del pueblo y acaban decantándose por el juego para ver el pueblo”, admite.

La Diputación se encargó de todos los gastos de impresión y diseño de los 2500 ejemplares destinados a la localidad. Aunque ya haya tenido una buena acogida, se prevé que el cénit de la actividad se alcance en agosto, mes del año en el que más gente acude al municipio carballés. La novedad de la idea hace que no sea una actividad destinada únicamente a los foráneos, sino que también los habitantes del pueblo pueden aventurarse a participar. Peñas reconoce además que “en un principio era una idea destinada más a los niños, pero ha acabado llegando a todos los públicos”.

Respecto a la selección de los balcones, Peñas declara que “no significa que los elegidos sean los mejores, sino que se ha hecho una muestra representativa”. “Seguramente no sea el último juego que realicemos. En el futuro puede hacerse con puertas, cerraduras u otros objetos o puntos de interés”, añade. Otros municipios han visto con buenos ojos la idea y han decidido “copiarla”. Según Peñas, algunos ya han preguntado por la propuesta y han activado la maquinaria para iniciar el proyecto.

En un verano con tantas dificultades y limitaciones para el sector turístico debido a la pandemia, proyectos de este tipo suponen ideas creativas e innovadoras para hacer turismo y conocer nuevos lugares de una manera diferente y didáctica.