El santurario de la Virgen de la Salud, en Alcañices, abre sus puertas a devotos, peregrinos, turistas y estudiosos todos los sábados, domingos y festivos durante lo que resta de julio y a lo largo de todo el mes de agosto dentro de la iniciativa “Sacro Alcañices” promovida por la Unidad de Acción Pastoral de Alcañices y Nuez que lleva el párroco y arcipreste Fernando Lorenzo Martín.

Será una interesante alternativa a la Muestra de Arte Sacro de España (Aliste) y Portugal (Tras os Montes), que tras suspenderse por segundo año consecutivo a causa de la crisis sanitaria del COVID-19, se desarrollará en la primavera y verano de 2022. Ayuntamiento de Alcañices, Diputación de Zamora y Caja Rural de Zamora mantienen su apuesta que tendrá un coste aproximado de 50.000 euros y acogerá los valores de las parroquias alistanas.

El templo franciscano sigue siendo el preferido por los alcañizanos residentes y por los emigrantes para los sacramentos, y el pasado fin de semana acogía la primera comunión de varios niños y niñas de la villa en una ceremonia religiosa oficiada por el cura claretiano de Riofrío, Benicio Rodríguez González.

Ernesto, Nico, Rocío, Ainhoa, Aldara, Cayetano, Ángel, Adrián y Andrea, que hicieron la primera comunión en Alcañices. | Ch. S.

Sacro Alcañices incluye así mismo la apertura de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, así como el magnífico jardín parroquial que hay integrado en la “casa del cura”. La apertura será de 11 a 14 y de 17 a 19 horas.

Por otra parte, el templo de La Asunción acogerá desde el 19 al 30 de julio la exposición sobre la figura de san José, “Corazón de Padre”.

El antiguo convento de San Francisco, desde 1542 morada de la Virgen de la Salud, fue declarado el día 18 de mayo de 2013 como el primer Santurario Mariano Diocesano de Peregrinación de la Diócesis de Zamora, y dentro de ella sigue siendo la única que goza de este reconocimiento.

Construido por los frailes observantes de la Orden Tercera de San Francisco –con el apoyo moral y económico de los primeros marqueses de Alcañices, Francisco Enríquez de Almansa, nieto del primer conde de Alba y Aliste e Isabel de Ulloa, hija de don Rodrigo, comendador mayor de Castilla–, es, sin lugar a dudas el recinto religioso más importante a nivel histórico y arquitectónico de las 84 parroquias del Arciprestazgo de Aliste y Alba, dado el patrimonio material e inmaterial que ofrece.

Majestuoso, severo pero a ,la vez bello, es un recinto en forma de cruz con una longitud de 35 metros, distribuido en dos naves de 15 metros de altura, con techumbres abovedadas en granito extraído de las canteras de Fornillos, sostenidas por cuatro gigantescas columnas de una soberbia construcción que han aguantado impasibles 479 años pese a haber sufrido varios incendios

Ya antes de entrar, quien llega por la avenida San Francisco (travesía de la Nacional 122) se da de cara con la descomunal espadaña de granito de 28 metros de altura, que en su centro lleva labrado en piedra el escudo de la Orden Tercera de San Francisco, y bajo él un nicho en el que originalmente descansaba la imagen granítica de san Francisco de Asís, el cual pasó por la villa en su peregrinación hacia Compostela.

Aunque hoy el templo ofrece una magnífica estampa, muy bien cuidado y restaurado, la desgracia se ha cebado con él varias veces a lo largo de sus historia.

Los fuegos han sido un peligro constante, más antaño que ahora, cuando las velas eran incluso la única alternativa para su iluminación. El primero destruyó parte del templo en 1715 afectando incluso a sus bóvedas, no restauradas de inmediato. Durante 188 años la iglesia arrastró los efectos del devastador fuego, y en 1903 el alcalde Ángel España, dado el alto riesgo y por miedo a accidentes y desagracias , ordenó cerrar este templo al culto.

El resurgir en el siglo XX del santuario fundado por franciscanos

Entre los años 1906 y 1908 se lograba restaurar de nuevo la fachada, la torre, parte de la bóveda, los muros y la techumbre del suelo, y en la frontal se sustituyó la imagen de piedra de San Francisco por la actual de mármol blanco, aparte de adquirir un magnífico retablo a la comunidad de religiosos de San Pablo de Zamora, colocando en su camarín a la Virgen de la Salud. Todo ello se hizo gracias a la donación económica del hijo de la villa e ilustre catedrático Francisco Fraile Rodríguez, que no pudo ver finalizadas las obras pues fallecía en el año 1905 en Madrid.

Apenas once años duraron las alegrías, pues en la noche del 16 al 17 de agosto de 1917, fiestas de San Roque, un nuevo incendio destruyó parte del templo y calcinó la imagen primitiva de la Virgen de La Salud. Para los visitantes al santuario mariano el principal atractivo, por religiosidad, devoción e historia es la imagen mariana. La actual procesionó por primera vez el 2 de julio de 1920, donada por el devoto Francisco Aguiar.

Otras imágenes junto a a ella son las de san Isidro, san Antonio de Padua y san Francisco de Asís. Destaca la belleza del Nazareno, obra de Acacio.

Por su parte, la iglesia parroquial de la Virgen de la Asunción, con planta de cruz latina ,está construida sobre los restos de una iglesia románica del siglo XII-XIII estando los muros de ambas entremezclados entre si, aunque no es mucho lo que se conserva de aquella época, si acaso la portada de entrada y parte de la caja muraria de la nave. Conserva, eso sí, la portada de arco apuntalado y triple arquivolta.

Alcañices –villa fortificada en el siglo XIII– carece de grandes zonas verdes dentro del centro urbano por lo cual será un gran acierto la apertura del jardín de la Casa del Cura integrado dentro del antiguo recinto amurallado, jalonado por cubos de planta semicircular y declarado Bien de Interés Cultural desde 2008, a un paso de la Plaza Mayor.

Desde el jardín los visitantes podrán admirar parte del recinto amurallado con el cubo del Trincherón como su principal exponente. Recientemente la parroquia recuperó y restauró los edificios de su entorno. Los miles visitantes que en julio y agosto pasarán por la villa tienen una cita obligada con Sacro Alcañices.