El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Zamora considera que la propiedad de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Corrales del Vino corresponde a la parroquia y no al Ayuntamiento, quien ya ha anunciado su intención de recurrir la sentencia, dictada el pasado 14 de abril y que constituye un nuevo giro en el enfrentamiento abierto entre ambas partes.

La resolución judicial supone un jarro de agua fría para la corporación municipal, que siempre ha defendido la titularidad municipal de este edificio desde de que el Obispado lo registrara a nombre de la parroquia en el periodo de inmatriculación abierto entre 1998 y 2015. “Nos ha extrañado mucho, no era lo que esperábamos porque la ermita ha sido toda la vida del pueblo”, sostiene el alcalde de Corrales, Mario Castaño. Por ello, el Ayuntamiento tiene clara su intención de “recurrir y seguir luchando hasta el final y agotar todas las posibilidades porque no podemos permitir que la ermita deje de ser del pueblo”, sostiene con vehemencia el regidor municipal.

Entre los argumentos considerados en la sentencia para justificar la titularidad de la ermita a favor de la parroquia se encuentran dos escritos presentados en 1892 y 2002 por los entonces alcaldes del municipio para solicitar al Obispado permiso para la realización de obras de mejora en la ermita, un singular edificio construido en el siglo XVIII que había sufrido un progresivo deterioro. Castaño cuestiona que “se tengan en cuenta estos escritos, que en sí mismos no suponen ningún título de propiedad, pero no dos documentos de 1959 y 2002 en los que el propio párroco y el Obispado niegan la titularidad de la ermita”.

La posesión de las llaves, motivo de controversia

Otro de los puntos destacados de la resolución judicial hace referencia a la posesión de las llaves de la ermita y recrimina la falta de devolución de las mismas desde 2010, año en el que concluyen las importantes obras de rehabilitación realizadas a través del programa Arquimilenios, con una inversión de más de 800.000 euros. El alcalde puntualiza que “el Ayuntamiento siempre ha tenido las llaves, durante los últimos 30 o 40 años siempre ha sido así y las hemos dejado para todo lo que se nos ha pedido”. Además, reitera que Ayuntamiento siempre ha costeado los gastos de mantenimiento y la gente del pueblo siempre ha colaborado con trabajos de albañilería, “pero los testimonios de estos albañiles parece que tampoco los han tenido en cuenta”.

Sin embargo, la sentencia subraya la existencia versiones contradictorias en relación a las llaves y acceso a la ermita. Así, el párroco de Corrales, desde 1996 a 2007, manifiesta que durante su mandato no hubo culto en la ermita dado el estado ruinoso que presentaba con riesgo para las personas, al no poder garantizarse la seguridad y que siempre tuvo las llaves, a las que denominó “llavín” tratándose de un candado, habiendo sido recibidas a su vez del anterior párroco anterior. En el año 2006, el sacerdote asegura que las entregó al constructor para la realización de obras de restauración, sin que luego fueran devueltas, algo que confirma el actual párroco desde 2007 hasta la actualidad. Por su parte, el agente municipal del Ayuntamiento de Corrales desde el año 1984 , fecha de su toma de posesión en el Ayuntamiento, manifestó que desde dicha fecha la llave de la ermita siempre estuvo en el Ayuntamiento. Sobre este aspecto, la resolución judicial condena al Ayuntamiento a restituir la posesión de dicho inmueble a la parroquia y a devolver las llaves del mismo.

La ermita de Corrales se encuentra ubicada junto al cementerio municipal

Pertenencia inicial a la Cofradía de las Angustias de la Santa Cruz

En todo caso, la sentencia atribuye la pertenencia inicial de la ermita a la Cofradía de las Angustias la Santa Cruz, ya desaparecida y que fue la encargada de la construcción de este edificio. Los estatutos de esta cofradía, según recoge la resolución judicial, no disponen el destino del patrimonio cuanto esta se disuelva, pero interpreta que los bienes de la misma como persona jurídica pública constituida por la autoridad eclesiástica pasan a la persona jurídica inmediatamente superior, en este caso la parroquia de Santa María Magdalena de Corrales del Vino, de acuerdo al estado canónico. Desde el Ayuntamiento, cuestionan la aplicación de este código canónico en el actual marco legal de un Estado laico como el español.

Respecto a la posible ubicación de la ermita dentro de los terrenos del cementerio municipal, la resolución judicial considera acreditado, conforme a un informe pericial aportado por el técnico archivero del Archivo Histórico Diocesano, que la ermita estaba construida antes del cementerio, “construido junto a aquella en 1833”.

En cuanto a las labores de mantenimiento y de mejora realizadas a cargo del Ayuntamiento, el documento judicial considera que “es digno de alabar la labor efectuada por el Ayuntamiento durante todos estos años, lo que debería ser al menos reconocido y valorado por la parroquia y el Obispado de Zamora”. La sentencia supone un nuevo capítulo en la batalla legal abierta entre ambas partes, pero no el último ya que habrá que esperar al resultado del recurso que en este caso pretende interponer el Ayuntamiento de Corrales.

Más de 1.600 bienes inmatriculados por la Iglesia en Zamora

Junto a la ermita de Las Angustias de Corrales del Vino, la Iglesia ha inmatriculado un total de 1.613 propiedades en la provincia de Zamora en el registro, de las cuales la mayor parte, 1.469 tienen como título un certificado eclesiástico (es decir, la propia Iglesia extendió el documento con el que justificó su propiedad sobre el inmueble) y solo 144 de otro tipo (títulos distintos a los que podía elaborar la propia curia).

El listado ha sido enviado por el Gobierno de España a las Cortes y en él figuran bienes registrados tanto por la Diócesis de Zamora, la de Astorga y a nombre de las propias parroquias.

En la capital el Obispado de Zamora tiene registradas 30 propiedades, desde el mismo Palacio Episcopal, la Catedral o la Casa de los Gigantes a la ermita y pradera del Cristo de Valderrey, pasando por prácticamente todos los templos, algunos de los cuales están inscritos a nombre de la propia parroquia.

En la relación de Zamora aparecen iglesias y casas parroquiales con sus patios, ermitas, cementerios, solares urbanos, huertos y fincas rústicas, además de garajes, en Grisuela y Benavente, un local comercial en esta ciudad o una viña en Palazuelo de las Cuevas.

La publicación del listado de bienes pretende facilitar que las personas o entidades que crean tener un derecho sobre estas propiedades puedan ejercerlo, sin dar por sentado que pese a la inscripción registral se trata realmente de propiedades eclesiásticas.

La inmatriculación de estos bienes por parte de la Iglesia fue posible gracias a la reforma del Reglamento Hipotecario del Gobierno Aznar a finales del pasado siglo.