Tras la nueva acción emprendida por la víctima de Ramos Gordón, Javier expone que “una parte de la reparación conlleva necesariamente conocer la verdad, por ello, mi insistencia en saber el contenido de mi expediente”, algo que siempre se le ha negado. Ni siquiera la reforma aprobada por el Papa Francisco derogando el Secreto Pontificio pudo con el empeño del exseminarista de Astorga por conocer el contenido de su expediente, ya que “la reciente reforma legislativa no tiene carácter retroactivo, por lo que su petición no puede ser acogida” se le contestó expresamente desde el Obispado. En la nueva carta remitida al prelado de Astorga pregunta sobre “el motivo de que no se me reconozca la reparación económica a la que tengo derecho”, así como las investigaciones se han llevado a cabo en la Diócesis de Astorga y “qué medidas están tomando para que estos hechos no se repitan”. Javier se duele de que “se me ha sometido todo este tiempo a una revictimización secundaria constante e intolerable”.

Insiste en que “no sólo el abusador (pederasta) hizo el daño. La revictimización y el silencio constante hace tanto daño o más que el propio abuso. “Cómo se hace cargo la Diócesis de todo ese daño?”. Javier, víctima como su hermano gemelo de los abusos de quien fuera su profesor y cuidador en el Seminario de La Bañeza, insta a la iglesia a “pedir perdón públicamente por todo el daño y la revictimización a la que he sido sometido. Que se responsabilicen y públicamente pidan perdón todos aquellos que aún sabiendo lo que estaba ocurriendo optaron o prefirieron mirar para otro lado”. Exige además un “propósito activo, sincero y honesto de poner todos los medios necesarios para que esto no vuelva a suceder jamás”.

TODO SOBRE EL CASO RAMOS GORDÓN