La Asociación Zamorana para la Defensa de la Caza y de la Pesca (Azedecap) determina en su informe técnico que incluir a las poblaciones de lobo al norte del Duero en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) “tendrá consecuencias negativas para la propia especie al no valorar correctamente la sostenibilidad de la decisión adoptada por el comité científico”. El cambio reabrirá conflictos mitigados hasta ahora por la gestión de las Comunidades. Recalca la carencia de sendos comités económico y sociocultural, dentro del proceso en áreas fundamentales al norte del Duero.

El informe redactado por el Ingeniero y presidente de la Asociación Antonio de José de Prada señala que “no se tienen en cuenta las exigencias económicas, sociales y culturales, así como las particularidades regionales y locales”. La asociación pide mantener es estatus actual “considerando los contradictorios datos encontrados en la documentación consultada y ofrecida por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) y las comunidades autónomas con mayor población de lobo en sus territorios –Principado de Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia–”.

Azadecap aboga por poner en común y actualizar los conocimientos científicos de la especie ante la disparidad de datos y la información del Miteco y la disponible por las comunidades autónomas que “manifiesta singulares y preocupantes diferencias”. Una decisión trascendental como ésta “no puede obedecer a no contar con información científicamente contrastada, ausencia de criterios, criterios muy subjetivos o a criterios que den lugar a inconsistencia en el Lespre”.

Planes de gestión

El lobo como “especie de interés comunitario”, en aplicación de la Directiva Hábitat, obliga a los Estado a elaborar un informe sobre la aplicación de las disposiciones adoptadas dentro de este marco legal. Los datos de Miteco referidos al lobo, en las diferentes regiones bioclimáticas españolas entre los años 2001 a 2018 “arrojan unos valores contradictorios con los Planes de Gestión elaborados por las comunidades autónomas que cuentan con la mayor población de lobo: Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia”.

Respecto al trámite para el cambio de catalogación a “vulnerable” en todo el país no se sigue de oficio desde el Ministerio o las Comunidades sino a propuesta de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) en 2019. Azadecap indica que no han tenido acceso al contenido de la propuesta de la asociación al no incluirse en el proceso de consulta pública.

El Comité incurre en contradicciones como que “establece la improcedencia de aplicación de los Criterios Orientadores para la inclusión de taxones y poblaciones en el Catálogo Español de Especies Amenazadas al no contar con información científicamente contrastada sobre la evolución de su área de distribución, que pudiera justificar la aplicación del Criterio B3, para su inclusión en la categoría “Vulnerable”. Por lo tanto no se considera su Catalogación”.

Los argumentos del Comité sobre del valor ecológico y cultural “son insuficientes” para la asociación zamorana y desprestigia el carácter del Lespre “al eliminar toda consistencia técnica para adoptar decisiones futuras. Bastaría con sustituir el taxón Canis lupus por el de Oryctolagus cuniculus para alcanzar la misma necesidad de incluir al conejo en el Lespre por cuanto el paralelismo referenciado a continuación demuestra el absurdo de los criterios en los que se basa. Se recomienda su incorporación en el Listado debido a que la información disponible pone de manifiesto su importancia como patrimonio cultural, científico, así como los servicios ambientales que produce la presencia de esta especie presa en los ecosistemas naturales”.

Un comité económico y sociocultural

En la toma de decisiones futuras se recomienda que el Comité de Flora y Fauna Silvestres esté asistido también por un comité económico y un comité sociocultural “al objeto de que todos los pilares fundamentales del manido concepto de sostenibilidad estén correctamente representados en la toma de decisiones”. Tanto el comité económico como el sociocultural tienen que valorar estos aspectos concretos y las particularidades regionales y locales. La asociación considera que incluir las poblaciones del norte del Duero representa el fracaso de las administraciones autonómicas que “han convivido con el lobo y han desarrollado instrumentos de gestión para sus poblaciones con contrastados resultados positivos a favor de la existencia y convivencia del lobo en sus territorios”. Estas CCAA han mantenido una difícil y compleja armonía que con la inclusión en el listado hará “renacer conflictos del pasado con consecuencias inciertas para las poblaciones de lobo y para su propio hábitat”. El cambio “hará crecer tensiones y conflictos con otros usos y usuarios del territorio imposibles de atajar por las comunidades autónomas mediante una gestión ágil y próxima al territorio por cuanto cualquier decisión que conlleve un control con muerte será, con toda seguridad, prontamente judicializada”. La protección absoluta “se ha mostrado ineficaz”, caso de Portugal o las comunidades autónomas con poblaciones protegidas al sur del Duero donde se han extinguido o están al borde de la extinción, caso de Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha.

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