El vicepresidente segundo de la Diputación, Jesús María Prada Saavedra, visitó ayer las obras de restauración del retablo mayor de la Iglesia de Santa María de Hermisende, financiadas dentro del convenio entre la Diputación Provincial y el Obispado de Astorga. Prada señaló que “es una de las primeras actuaciones que se desarrollan con cargo al convenio que por primera vez en la historia de la Diputación de Zamora se firmaba con el Obispado de Astorga para la restauración de bienes muebles.

El alcalde de Hermisende, José Ignacio González Nieto, trasladó en el transcurso de la visita la propuesta de mejorar los tres retablos de Castromil. Además del párroco, Fernando García, asistieron a la visita el diputado comarcal, Ramiro Silva y el restaurador del retablo, Miguel Ángel Abella de Veguellina de Órbigo.

En 2020 se firmó el convenio por importe de 25.000 euros del Obispado y 25.000 de la Diputación. Se han hecho arreglos en el retablo de San Miguel de Lomba y en el de Peque, pero el de Hermisende es el que mayor presupuesto llevaba”.

Por problemas de plazos se ha renunciado a la restauración del retablo de Valdemerilla “que esperemos que se ejecute en este año”. Para esta anualidad se ha incrementado la cuantía a 60.000 euros, al 50% entre las dos instituciones. “Tenemos que seguir por este camino, ya que llevamos muchos años tanto la Diputación como el Obispado para mejorar las iglesias y las ermitas. Damos un paso más y vamos seguir intentando mejorar los retablos y las esculturas, el arte patrimonial que tienen dentro las iglesias”.

La intervención en el retablo neoclásico de del primer tercio del siglo XIX se ha prolongado durante dos meses. El restaurador explicó la intervención que ha consistido en la limpieza de la suciedad por humo y polvo, además de una limpieza química mediante disolventes específica para cada zona y previa cata. Se ha efectuado la integración de molduras y grietas, además del tratamiento de xilófagos, aunque en este caso el conjunto no estaba muy afectado. La policromía original se ha conservado mientras que en las zonas donde había desaparecido se ha tratado de hacer un trabajo semejante a la policromía original.

Abella también efectuó una serie de recomendaciones para prolongar la conservación en buenas condiciones de la obra, como evitar filtraciones humedades, mantener ventilación y evitar la luz directa del sol con filtros específicos en las ventanas que inciden sobre el retablo mayor. Retirar, además, las velas cerca de la obra.