La Denominación de Origen Tierra del Vino de Zamora estrena un nuevo reglamento que le permitirá modernizar su gestión y agilizar y simplificar su funcionamiento. El Boletín Oficial de Castilla y León publicó ayer la aprobación de este documento, 14 años después de la creación del primero, para recoger actualizaciones legales y técnicas en la figura de calidad.

El nuevo texto reglamentario incluye novedades importantes que permitirán un funcionamiento más ágil de la Denominación de Origen Tierra del Vino de Zamora y de su consejo regulador en un sector complejo y altamente competitivo como es el vitivinícola. Entre ellas, destacan la aprobación de las cuotas por la prestación de servicios públicos del Consejo Regulador, con lo que se configura un régimen de financiación adecuado que hace posible el ejercicio de sus funciones, y se actualiza el funcionamiento de los registros del Consejo Regulador (de parcelas de viñedo y de bodegas), lo que permitirá una gestión más eficaz de este importante instrumento de control y una mayor implicación de los operadores mediante la declaración responsable.

Asimismo, se ha simplificado el sistema de declaraciones para el control, tratando de disminuir en lo posible la ya excesiva burocratización que sufren las bodegas, aprovechando el régimen de declaraciones obligatorias que ya presentan estas. Y por último, se define el sistema de control de la Denominación de Origen, basado en tres pilares fundamentales: el autocontrol de los operadores, la labor de vigilancia del Consejo Regulador y la certificación del producto por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León en calidad de autoridad competente.

12 bodegas y 170 viticultores

El gerente de la Denominación Tierra del Vino, José Manuel Braña, precisa que “se trata de cambios normativos que, en todo caso, no suponen novedades relevantes de cara al consumidor”. En este sentido, pone de ejemplo que no se incorporan cambios relacionados con el proceso de elaboración de vinos, “que seguirán manteniendo las mismas variedades y los mismos métodos de elaboración. Sobre la adaptación a la nueva normativa, Braña puntualiza que supone “un cambio de filosofía en el sistema de certificación y en el autocontrol de operadores” que también afecta al pliego de condiciones de la Denominación de Origen Tierra del Vino. Este último documento, relacionado con la regulación, incluirá a partir de ahora criterios técnicos que antes recogía el reglamento, asociado al funcionamiento interno y administrativo de la Denominación. Esta demarcación está compuesta en la actualidad por una docena de bodejas y cerca de 170 viticultores que cuentan con 640 hectáreas de terrenos inscritos.

En definitiva, según destaca la propia Junta de Castilla y León en un comunicado, con esta nueva reglamentación se pretende una gestión más moderna de la Denominación de Origen, atribuyendo una mayor responsabilidad a los operadores y la implantación de sistemas de control más eficaces y con mayores garantías para los mercados y los consumidores.