El COVID-19 dejó un verano sin fiestas en los pueblos. Ni encierros, ni verbenas, ni ningún evento masivo. Un año en blanco para miles de empresarios y trabajadores dedicados directa o indirectamente a este tipo de entretenimiento. Pero algunos, lejos de resignarse han reconvertido su negocio para dedicarse a otras actividades más productivas en tiempos de pandemia. Un buen ejemplo está en una empresa de la localidad zamorana de Villalazán: los hermanos Alejandro y Francisco Pérez aparcaron en 2020 su discoteca móvil “Alefran” y transformaron su nave en un taller de personalización de objetos de “merchandising”.

En el año del coronavirus, las mascarillas han sido el objeto más demandado por sus primeros clientes, entre los que se encuentran empresas de Zamora y también algunos de los ayuntamientos que cada verano incluían la discomovida de “Alefran” en su programa de fiestas. El Gobierno Local de Villalazán, que preside el joven Juan del Canto Sevillano, ha repartido entre los vecinos del municipio 350 mascarillas con el escudo del pueblo, elaboradas en el taller de esta empresa local, “Benavides Print & Design”. Otros municipios de la zona han tomado iniciativas similares, “nos sentimos respaldados por nuestros clientes de siempre”, afirma orgulloso Alejandro Pérez.

Con esfuerzo y dedicación, los hermanos Pérez tratan de salvar un año que parecía prometedor. “Alefran” era un imprescindible en las fiestas de los pueblos zamoranos y en marzo, cuando se declaró el estado de alarma, “ya teníamos el 90% de las fechas de verano reservadas y firmadas”, explica Alejandro o DJ Alefran, como se le conoce por su profesión. El confinamiento que iba a ser para 15 días, se fue alargando a lo largo de la primavera mientras crecía la incertidumbre entre los profesionales del sector cultural. “Al principio creíamos que sí se podría trabajar a partir de julio, hasta que llegó el mes de junio y se suspendieron oficialmente las fiestas de San Pedro. Ahí comenzó a quedar bastante claro que no iba a ser un verano normal, y a continuación muchos ayuntamientos de la provincia anunciaron que también suspendían sus fiestas, un poco antes de que se prohibieran”.

El Ayuntamiento de Villalazán ha repartido 350 mascarillas con el escudo municipal

Estos hermanos dedicaron las primeras semanas del verano “a pensar” cómo salir del bache, “teníamos que embarcarnos en una aventura nueva”, comenta Alejandro Pérez. Y se decidieron por el diseño y la publicidad. La reconversión no ha sido gratuita, “hemos tenido que comprar varias máquinas y adaptar una nave en Villalazán, pero hay que invertir, no vamos a estar parados porque el virus no se va a ir de hoy para mañana”. En septiembre el taller ya estaba en marcha y Alejandro y Francisco comenzaban una nueva vida.

En dos meses han enviado más de 5.000 mascarillas personalizadas “a todos los puntos de España”, y han trabajado otros objetos como bolígrafos, calendarios, ropa laboral y hasta el rotulado de coches.

Independientemente de lo que suceda con la pandemia, los hermanos no van a abandonar su nuevo taller. “Se tiene que dar todo muy bien para que en el verano de 2021 se puedan hacer fiestas y eventos masivos, esto va para muchos años, pero aunque la discoteca móvil Alefran volverá a salir algún día, nuestra idea es compaginar ambos negocios”, afirma la pareja de hermanos.

Después de 10 años de giras, la discoteca móvil Alefran es una de las más populares en las fiestas patronales de los municipios zamoranos, y sin duda serán un buen punto de venta para los productos serigrafiados de estos hermanos cuando la situación sanitaria permita volver a organizar este tipo de jaranas.