Manuel Luelmo Díez, de 80 años de edad y exalcalde de Fermoselle desde octubre de 1992 hasta su retirada en las elecciones municipales de mayo de 2011, en las que decidió no presentarse y fue sustituido en el cargo por el también popular Alejandro Fermoselle Berdión, falleció hacia las doce horas de la mañana de ayer tras soportar una dura enfermedad que “rápidamente” le llevó a la muerte.

La entidad humana de Luelmo, cuya cercanía y positivismo era un rasgo de destacado de su forma de ser y estar, quedó puesto de relieve por el gran número de personas que ayer trasmitieron sus condolencias a la familia nada más tener conocimiento del fallecimiento del ex regidor.

Llegó a la Alcaldía tras presentarse, como independiente, en las listas del CDS, pero integrándose en Partido Popular unas fechas antes de presentarse la moción de censura que desalojó del sillón consistorial al socialista Valentín Ramos. Lo hizo en una sesión que puso en evidencia la pluralidad de sensibilidades políticas habidas en los propios representantes fermosellanos, incluso entre integrantes de una misma formación, que hasta difirieron en el voto. La moción salió adelante con el voto favorable de seis de los once concejales que entonces formaban la Corporación municipal.

En reconocimiento a su ejercicio y empeño en pro del municipio de Fermoselle, el actual alcalde, José Manuel Pilo, decretó dos días de luto oficial en los que las banderas ondearán a media asta por su pérdida. Asimismo, el Ayuntamiento costeará una corona floral en su recuerdo, con la leyenda "el Ayuntamiento y el pueblo de Fermoselle en reconocimiento a su alcalde D. Manuel Luelmo Díez". Una medida acordada con la oposición.

Pilo define a Luelmo “como un amante de su tierra y defensor de los intereses del municipio”. Su sucesor como alcalde, Alejandro Fermoselle como “una persona, amable y abierta”. Segismundo Barrueco, mano derecha de Luelmo en sus últimas legislaturas, afirma que “fue un alcalde que marcó un antes y un después”, y le califica como “buena persona y buen compañero”.

Manuel Luelmo representó el cargo al frente del Consistorio de Fermoselle durante casi veinte años con una vocación plena y unos modales democráticos que le llevaron a aglutinar a los corporativos de una y otra formación, Equipo de Gobierno y oposición, en todos los actos locales relevantes, aunque luego las discrepancias surgieran en todas y cada una de las sesiones plenarias. Durante su mandato era común ver a la Corporación en pleno asistir a los grandes acontecimientos o momentos estelares y visitas institucionales.

Fue un hombre, además, que siempre supo arrancar ayudas y subvenciones a las diferentes instituciones, de modo que la villa de Fermoselle se convirtió en una localidad donde el urbanismo iba cambiando la cara de forma continuada.

La declaración del Parque Natural de Arribes, el Centro de Interpretación y Casa del Parque "Convento de San Francisco" son dos de los sueños que vio cumplidos. Impulsó los festejos y una transformación hacia la modernidad del extraordinario callejero de Fermoselle. El águila de granito, mandada tallar en China, que decora una de las plazas de la villa, fue una de sus iniciativas sorprendentes que le emocionó tanto como la adecuación de algún mirador. Y es que era un alcalde orgulloso de proporcionar ocupación a los desempleados, y que pugnó por convertir a Fermoselle en un enclave turístico y acogedor. El elogio estaba siempre en su boca.

Aunque dejó una deuda municipal importante al cabo de su larga trayectoria al frente de la Alcaldía del municipio, Manuel Luelmo es recordado por su porte democrático, abierto y cercano.

La misa de funeral y entierro del exregidor tendrá lugar hoy, a las 12.30 horas de la mañana, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Fermoselle.