Con una visita “in situ” al santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Carballeda, el vicepresidente segundo de la Diputación Provincia, Jesús María Prada Saavedra, desgranó las obras de mejora de la cubierta de la cúpula del templo situado en Rionegro del Puente, que este fin de semana conmemora la festividad de la patrona de Tierra de Carballeda, aunque con los actos suspendidos por la situación sanitaria.

A esta visita se sumaron el diputado por la comarca, Ramiro Silva, el representante de la Cofradía, Eusebio Rodríguez; el párroco, José Antonio La Fuente, y Faustino Gallego miembro de la Cofradía.

La inversión, a expensas del proyecto y el presupuesto definitivo, asciende a algo más de 100.000 euros, para la bianualidad 2020 -2021 dentro del convenio entre el Obispado de Astorga y la Diputación, con la colaboración de la Cofradía de los Falifos. Con cargo al convenio entre Institución y Obispado se ejecutará la restauración del retablo de la Virgen de la Consolación, en la ermita de Peque, cuya festividad también se celebra el último domingo de septiembre, en las mismas circunstancias de limitación de los actos.

En una primera fase de la obras en Rionegro del Puente, se destinarán 40.000 euros, y con la posibilidad de “si hay que hacer un esfuerzo especial en 2021 para cerrar la obra y acabarla, con cargo a la partida de 2021 podemos dotar una partida para que la Cofradía o la parroquia hagan un menor esfuerzo”. Abogó por ejecutar las obras “de una vez, acabarlas y que no nos den problemas en un futuro”.

El propio Prada señaló los desprendimientos que han dado lugar a su inclusión en el convenio, sobre la cúpula barroca, de yesería, de 1750. La intervención supone “la sustitución de la cubierta, que provoca las humedades y el deterioro de esa cúpula”. En una segunda fase se plantearán mejoras en la propia cúpula, en este caso conjuntamente con la Junta de Castilla y León. Para evitar problemas con el desprendimiento de la escayola está instalada una doble malla en el crucero, bajo la cúpula.

Jesús María Prada, reiteró que “seguimos mejorando nuestro patrimonio religioso y nuestro patrimonio artístico en la zona norte, en este caso con el Obispado de Astorga”. La reparación de la cubierta “es ahora una necesidad urgente” que no se ha podido acometer por la pandemia, ahondó Eusebio Rodríguez, en representación de la Cofradía de los Falifos. Voluntarios de la Cofradía abren el templo de Rionegro a las visitas guiadas durante los meses de julio, agosto y septiembre, y el resto del año estas visitas se pueden concertar a través de la página web. Esta cofradía es la más antigua de las relacionadas con el Camino de Santiago, anterior al siglo X. La cofradía llegó a tener “antes de la Desamortización de Mendizábal, un patrimonio inmenso en la provincias limítrofes de Zamora. Se compara el patrimonio con el de un ministerio”.

Apeló a que el santuario “es patrimonio de todos los zamoranos”. La Cofradía cuenta con 600 cofrades. El santuario “es la seña de identidad” que, aunque actualmente se asocia a Rionegro, fue fundada por gente de Sanabria, Los Valles, La Cabrera leonesa y de Ourense. Prácticamente todos los vecinos de Rionegro y Valleluengo pertenecen a la cofradía, aunque hay participación de todos los pueblos. Hasta los años 50 en al cunas del santuario se depositaban los niños expósitos aunque a veces las familias con numerosos hijos entregaban a alguno de los recién nacidos, perfectamente identificados con su nombre y sus padres, a la cofradía, quien proporcionaba desde el ama de cría hasta los estudios “para tener un mejor futuro”. Una de las últimas niñas es de Villar de Farfón.

Bárbara Santos, una de las voluntarias y cofrade, señalaba la relevancia y las vivencias en el día de la Carballeda, y cómo actualmente los camioneros que tienen apego a esta Virgen pitan cuando circulan por la autovía a la altura del pueblo. Todo un gesto, como el de un joven nieto de un camionero que le conculcó la devoción al día de la Carballeda. Bárbara echa de menos las celebraciones que a ella se le han quedado grabadas de niña.

Jesús María Prada visitó posteriormente la iglesia parroquial de la Santísima Trinidad de Peque, donde se ha restaurado el retablo, y la ermita de la Virgen de la Cosolación, donde está prevista la intervención en el retablo. La alcaldesa, Teresa María Garrao, señaló el deterioro del retablo que ya se restauró en 1922, aunque las intervenciones posteriores han sido poco acertadas. Entre los problemas más urgentes están el atajar los daños de los insectos xilófagos y que obligarán a su desmontaje y el traslado al taller de restauración en León.

Esta restauración está incluida en el convenio de la Diputación y el Obispado. La ermita también requiere un cambio de cubierta, techada actualmente con uralita, y cuya retirada encarece considerablemente la obra, como detalló la alcaldesa.